Gimnasia jugó mal y cayó sin atenuantes ante Central Entrerriano por 90 a 95. Se complicó el objetivo.
El Lobo es un equipo de vaivenes, todo le sale bien con racha a favor y entra en la más negra de las nubes cuando la mano viene cambiada.
Y ahora le llegó el momento a la onda negativa ya que hilvanó su tercer derrota consecutiva que amenaza con meterlo en la discusión por el descenso. Ahora quedó quinto y debería jugar playoffs para no caer en la Liga B.
Es cierto que falta mucho, pero el equipo no puede permitirse más las ventajas que le dio a los de Demti.
El Lobo jugó un pésimo primer cuarto, con pronunciados desacoples defensivos y sin claridad en ataque. Padeció contra un elenco que hizo todo lo contrario, tuvo orden, solidez y siempre supo qué hacía con la bola.
La gran virtud de Central fue buscar distintas vías de gol y encontrarlas, el que quería se mandaba y encestaba, por el contrario el local nunca pudo leer eso y naufragó en su cristal.
La impericia para seleccionar tiros se pagó caro con un adversario que tuvo más exactitud a la hora de atacar, ayudado por un Tripero sin bloqueo que permitió puntos fáciles. La visita se relajó en el cierre de la primera etapa, sino el margen hubiese sido mayor en la derrota parcial.
La herida no se podía suturar, en 5 minutos los entrerrianos lograron 14 puntos y el síntoma era claro: Petracci no lograba obturar las grietas en su marcación, Marshall era inspiración plena (5/7 en dobles y 3/6 en triples) y las soluciones no estaban, el recurso desesperado fue apostar al tiro externo, pero cinco intentos consecutivos desde el perímetro sin éxito alguno demostraron que no era la noche albiazul.
Un triplazo del goleador de la noche en el amanecer del último chico puso un desalentador 65-79, parecía todo terminado. Pero el corazón de Pablo Bendell no dejó que todo se acabe así, y en combinación con un buen ingreso de Agostino le dieron esperanza al Poli, la distancia se achicó a 84-89, incluso dos bombazos de Emiliano lo pusieron solo un triple abajo, pero en la línea no falló la visita y se quedó con todo.
Momento de inflexión para el Tripero, le urge el triunfo para no complicarse más y debe encontrar una estabilidad para lograr confianza en sus posibilidades, algo que no termina de quedarle en claro.
SÍNTESIS DEL PARTIDO:
Gimnasia LP (90): Lucas Pérez (11)(x), Emiliano Agostino (13), Mariano Pizzo (6), Nicolás Ojeda (6) y Jared Johnson (13)(FI). Pablo Bendel (19), Lisandro Villa (9), Federico González (0), Maximiliano Bertolino (0) y Javier Scheines (13). DT: Facundo Petracci.
Central Entrerriano (95): Cristian Cadillac (12), Curtis Marshall (20), Mariano García (17), Maximiliano Riolfo (8) y Sebastián Pardal (7)(FI). Sebastián Farías (12), Ricardo Centeno (12) y José Luis Melchiori (7). DT: Fabio Demti.
Parciales: 17-26, 18-20 (35-46), 24-24 (59-70) y 31-25 (90-95).
Jueces: Rodrigo Castillo y Matías Gabe.
SE VIENE EL PUNTERO
Si algo le faltaba al Lobo era encontrarse con el líder, el domingo se enfrentará ante Argentino en la Mezquita Azul. El match comenzará a las 22hs y será arbitrado por Pablo Leyton y Pedro Hoyo.