Es hora del balance y de analizar qué dejó la temporada del básquet Tripero en el TNA. Extranjeros y nacionales.
El desempeño en la segunda categoría nacional tuvo mucha tela para cortar. Una primera fase poco feliz y un claro repunte en la segunda que permitió consolidar al equipo y eludir al descenso.
La etapa inicial dejó al Lobo al fondo de la tabla en la zona Sur y muy comprometido en torno a la pérdida de la categoría. Fueron sólo cuatro victorias y diez derrotas, con tres caídas en el Poli y siete traspiés fuera de él.
La rotación de extranjeros que no le sirvió al plantel ya que, hasta la llegada del último, dejaron mucho que desear. Empezó con Tezzarray Banks (4 partidos jugados y 8.75 puntos de promedio) y lo siguieron Joe Kennerly (4 pj 4.75 pts) y Troy Watson (2 pj 1.5 pts).
Ninguno fue la carta ofensiva ni el pilar reboteador que Córdoba estaba buscando, hasta que apareció Jared Johnson (13pj 17.5 pts y 72 recuperos) y al esquema táctico se le resolvieron muchos problemas.
Se anotó más (se pasó de convertir 68.3 a 79.3 pts) y en contra partida a Gimnasia le aumentaron las conversiones en contra (de 71.3 a 82). De todas formas, es indudable que el rendimiento general creció y a la solidaridad y actitud de la etapa inicial, se le sumaron a los Triperos, más opciones ofensivas que fueron determinantes en su crecimiento.
Se rompió la racha de perder fuera de casa ya que la victoria en Paraná ante Echagüe quebró un año y medio de maleficio, cuestión que fue un quiebre anímico que junto a las cinco victorias seguidas de local (Alma Juniors, Olimpia, Española, Echague y Regatas fueron víctimas de la seguidilla) levantaron el ánimo del plantel.
En cuanto a los nacionales, merecen un párrafo de reconocimiento: Alejo Barovero (13.3 pts en 31.2 mins), Pablo Bendel (12.3 pts en 27.3m), Ezequiel Manzanares (8.0 pts en 20.2 m), Nico Ojeda (9.3 pts en 20m) y Fernando Rivera 7 pts en 28m).
Con su empuje y las contras de un equipo muy joven, con sus errores de inmadurez que le hicieron perder partidos increíbles o perder balones claves, pero con esa desfachatez que le hizo salir de momentos complicados y salir al frente.
No se llegó al repechaje, pero se estuvo muy cerca. Los objetivos se cumplieron, se sembró una interesante base para el futuro y está en manos de los dirigentes saber aprovecharlo.
