Ignacio Zulberti, uno de los juveniles que participó en el TNA con la camiseta de Gimnasia, hizo su balance del torneo y no ocultó su amor por la institución Albiazul. “Lo que siento acá no lo voy a sentir en ningún lado”, afirmó.
¿Qué te dejó la serie de cuartos de final ante Viedma?
“Pese a la derrota, la sensación es que estuvimos a la altura de la circunstancias y que indudablemente en el TNA las localías tienen demasiada importancia. Tanto en el primer partido como en el segundo pudimos haber ganado, y en el quinto estuvimos en juego hasta los últimos dos minutos. En el tercer y cuarto encuentro, con nuestra localía, hemos sido más sólidos que ellos en su cancha, y los ganamos con autoridad. Aún así ellos también estuvieron en juego hasta el último cuarto, lo que habla de una paridad entre el uno de la clasificación y un equipo que tuvo que jugar la reclasificación. Esto no es usual, las diferencias de jerarquía en este deporte se marcan, esa paridad habla de un crecimiento de Gimnasia”.
¿Crees que el balance es bueno?
“El balance de la temporada es altamente positivo. Se terminó consolidando un grupo en una categoría difícil y el plantel se alargó permitiéndole a César (Adriani) tener más opciones. Esto no sólo habla del crecimiento de los más chicos, sino también de la calidad humana de los mayores que ayudaron y permitieron ese crecimiento. Al no marcar ningún tipo de diferencias, sobre todo estando en aquellos momentos cuando muchos de ellos estaban lesionados, y los más chicos tuvimos que asumir la responsabilidad con muchos minutos en la cancha”.
¿Qué sintieron como equipo al ver que los rivales le demostraban su respeto?
“Gimnasia es parte de la historia del básquet argentino, que el Poli es imponente, que la presencia y aliento de los hinchas se hace sentir. Creo que la sumatoria de esas características, mas el crecimiento del plantel, indudablemente infunda respeto, y está bien que así sea”.
¿Cómo analizas tu torneo?
“Fui de menor a mayor, ganando confianza a medida que el torneo pasó y eso tuvo mucho que ver aquella circunstancia de los contratiempos por lesiones de gran parte de los mayores. Fueron muy seguidas, de varios al mismo tiempo, y algunas de ellas de larga recuperación. La unión de grupo fue importante, porque aún sin tener muchos minutos los mayores estuvieron y fueron parte del crecimiento de los menores”.
¿Cuál será tu futuro? ¿Se empieza a hablar del próximo torneo?
“Mi situación es particular. Pese a ser de Tandil, vengo de un equipo tan importante como Peñarol, que era el plantel campeón de la Liga Nacional. Estar acá para mí es una caricia al corazón, nací hincha de Gimnasia, crecí siéndolo. Yo no sé qué siente el que no es hincha, pero sé lo que yo siento, y más allá de la economía y armado de cualquier plantel o torneo que se juegue, si por mi fuera, me quedaría a vivir en el club porque sé que esto que siento no lo voy a poder sentir en ningún otro lado”.