Más de 500 socios del Lobo participaron de la Asamblea Ordinaria que se realizó el sábado en la Sede del Club.
Ante la presencia de más de 500 socios, se llevó a cabo la Asamblea Ordinaria en Gimnasia en la que se desaprobó la Memoria que dio cuenta de los detalles de la actual gestión y se aprobó con muchos cuestionamientos el Balance correspondiente al período comprendido entre el 1º de julio de 2009 y el 30 de junio de 2010. Mucho debate y la confirmación de que el Club necesita de todos para salir adelante.
La jornada estaba prevista para las 9.00 horas pero recién pasadas las 10.30 comenzó el desarrollo de una discusión que al margen de algunas particularidades, sirvió para que los socios se interiorizaran, consultaran y expusieran respecto a los temas que hacen a la vida de Gimnasia como Institución.
Inicialmente, con la presencia de toda la Comisión Directiva, el Secretario de Actas Laureano Durán comenzó a leer punto por punto la Memoria que hacía referencia a los detalles de la gestión comandada por Walter Gisande.
Rápidamente, varios socios molestos por el contenido de dicha lectura mocionaron leer sólo los títulos que comprendían la Memoria y detenerse en los que se coincidía que merecían un tratamiento más detallado.
Así fueron pasando los temas y así los socios en su mayoría fueron desacreditando e increpando a los integrantes de la dirigencia por la mala gestión que fue llevando al Club a la situación actual.
Llamó la atención, en el tratamiento de varios temas, la falta de humildad por parte de algunos dirigentes que discutieron una y otra vez sin dar razón acerca de temas que a la vista de todos presentan falencias marcadas. Por ejemplo, la situación de El Bosquecito, la pensión o la cuestión futbolística.
Otro punto controvertido surgió cuando se discutió el tema de la localía en 60 y 118 ya que con respuestas superficiales o aduciendo posturas ideológicas se intentó dejar de lado la desprotección del patrimonio que sufre el Club a partir de la posibilidad de jugar el año próximo en el estadio Ciudad de La Plata.
Cada punto fue muy discutido y en varias ocasiones se propuso desaprobar, sin continuar con la lectura de una Memoria que según muchos socios “no refleja en nada la realidad por la que atraviesa Gimnasia”. Situación que finalmente se dio ya que la Memoria quedó desaprobada por la mayoría.
Pero todo continuó y eso en definitiva le hace bien al Lobo pensando en lo que viene, amén de que hubo muchísimos cuestionamientos que no encontraron una respuesta de los actuales dirigentes albiazules.
Antes de finalizar el tratamiento de la Memoria, quien tomó la palabra fue uno de los hasta ahora postulantes a ocupar la presidencia del Club, Francisco Gliemmo quien entre otras cosas dejó sentada su decisión de bajar su candidatura esgrimiendo que “no quiero que piensen que quiero ser presidente para figurar. Creo que tengo las herramientas y me siento capaz de sacar a Gimnasia de esto”.
Cerca de las 15.00 horas y luego de dejar desaprobada la gestión de la actual Comisión Directiva, se procedió al detalle del Balance correspondiente al período comprendido entre el 1º de julio de 2009 y el 30 de junio de 2010.
Allí luego de escuchar por parte de una contadora de la institución las razones por las que era necesario aprobar el balance al margen de no estar de acuerdo con su contenido, se fueron leyendo las diferentes variables que hoy indican un pasivo cercano a los 60 millones de pesos (pasivo exigible de 26 millones) y un activo corriente de 18 millones de pesos.
La indignación ante estos números fue elocuente y expresada por la mayoría de los presentes. La preocupación no cesó en ningún momento y la confirmación de que para salir de esta situación hace falta además de dinero, unidad real, compromiso, honestidad y capacidad de gestión fue contundente.
Y quedaron interrogantes para los candidatos a presidente: ¿Todos tienen la solución? ¿Todos se consideran mejor que el otro? ¿Todos creen tener la capacidad para gobernar Gimnasia? ¿Todos conocen lo suficiente al Club? Y las preguntas siguen, porque no es serio que no se pueda llegar a un acuerdo en puntos básicos para sacar todos juntos a Gimnasia de este momento.
Quien quiera ser presidente deberá ir de frente con cada uno de los temas. Como se dice vulgarmente, al pan pan y al vino vino. No pueden volverse a prometer cosas que ya saben de antemano que no se podrán cumplir. Las cartas ocultas nos han hundido en las profundidades en las que hoy nos encontramos y por eso no se puede insistir.
No se puede seguir por ese camino del negociado turbio, de la omisión al estatuto, de la incomunicación con la intención de que no “salte la ficha” en determinado tema o de la arbitrariedad para tomar decisiones trascendentales que pueden cambiar el futuro del Club.
Que los candidatos muestren las cartas ahora, que aparezca la grandeza que dicen tener cada uno y que finalmente los socios sepan realmente, al momento de votar, cuáles son las verdaderas intenciones de cada uno.
