A horas del debut en el Torneo Clausura 2011 compartimos una carta abierta del presidente Héctor Atilio Delmar.
Queridos amigos, será hoy, sin dudas, uno de los días más importantes. No porque arranque el torneo, sino porque creemos que será el comienzo de la reconstrucción de nuestro querido club.
Estoy convencido de que la unidad será el camino y de que si todos ponemos lo que tenemos, podremos cumplir los sueños.
Hoy les escribo desde aquí para agradecerles. A todos. A los que con mucho esfuerzo pagaron las cuotas anuales. A los que se hicieron socios y volverán a las canchas. A los que sacaron cientos de abonos. A los que ya hicieron explotar las boleterías sabiendo que, además de ver un entrenamiento, ayudaban a reunir dinero para calmar las urgencias.
Quiero agradecerles a socios, hinchas y simpatizantes, que nos devolvieron la fuerza para cumplir el objetivo. A esos que me gritan en la calle dándome ánimo. A los que traen ideas a la Sede. A los que juntaron peso sobre peso y ya tienen su entrada para el último partido, ese en el que se decidirá nuestra suerte. Esos son verdaderos hinchas, los que ya saben que, pase lo que pase, allí quieren estar.
Cuando uno agradece no puede dejar afuera a los empleados de Gimnasia. A los que sufrieron el destrato y las penurias de no cobrar por su trabajo y que, igual, siguieron para que el Club no dejara de funcionar. A cada uno de ellos, mis respetos por la honestidad enorme que han demostrado.
En estas líneas, no puedo dejar de hablar de los que pelean en nuestro nombre. A todos y cada uno de los jugadores de este querido plantel. A los que merecen volver a disfrutar, a los que merecen recobrar la sonrisa y el apoyo de la gente. Claro, a Guillermo, por su gran compromiso en el momento más difícil. A este pibe que yo vi crecer hace tantos años y que hoy, como un hombre de bien, vuelve a casa a poner la cara, como él mismo dijo.
Es tiempo de dejar de sufrir y de asumir la responsabilidad que nos toca.
Levantemos las cabezas y elijamos el camino de la transparencia y de la unidad. Seamos lo que somos y hagamos explotar cada cancha, pero también peleemos por poner de pie a nuestro querido Lobo.
Hagámoslo por nosotros, por nuestros hijos y por nuestros nietos. Hagámoslo por los hombres y mujeres que prestigiaron a esta Institución. Hagámoslo para devolverles algo a los ídolos que maltratamos y hagámoslo por los pibes, por esos que sin duda merecen formarse y crecer en un Gimnasia grande.