Gimnasia ocupa el puesto 25 en inversión económica de clubes. Aquí, el dilema del endeudamiento ante la necesidad de resultados.
Desde la caída del muro de Berlín a principios de la década del 90, el supuesto triunfo del capitalismo y la creencia de un mundo globalizado –que no es más que concentración de riquezas en pocas empresas- repercutió en el ambiente de fútbol de forma violenta y acelerada.
De esta manera, las grandes corporaciones vieron a los clubes como negocio y estrategia de marketing. Eran tiempos donde comenzaron a mostrarse de forma masiva a los equipos extranjeros como modelo y se dieron las etapas de colonización cultural, que vemos en el presente: se equipara al fútbol europeo con el argentino en la agenda mediática local. Se venden como productos los deportistas millonarios, y hay una impronta identitaria en clubes lejanos.
El resultado a nivel económico trajo la naturalización de la deuda. Racing, Ferro y Talleres de Córdoba son algunos de los ejemplos visibles como fenómeno de época con gerenciamientos y demás.
Hoy no existe Club que no esté atado a sus emergencias económicas, y Gimnasia no exime de ello. Entre los 30 equipos que militan en la Primera División, el Lobo ocupa el puesto 25 con un precio del plantel de ocho millones y medio de dólares . Sólo supera a Temperley, Chicago, Sarmiento, Crucero del Norte y Unión. El primero es Boca que multiplica en cinco a Gimnasia (49 millones), y el rival platense triplica el gasto tripero ocupando el cuarto lugar.
Esa atadura a la coyuntura hace que la prioridad sea el fútbol, pero la inversión debe apuntar a lo social. La platea H ya derramó algunas lágrimas esta semana porque empezó a cumplir el sueño de Néstor Basile. Aún así, fueron los socios los que bancaron esa estructura, como el CAMPUS en Estancia Chica, donde se generaron cajas paralelas a la estructura del Club para evitar manoseos.
A su vez, esos remanentes de ventas y auspiciantes también necesitan depositarse en deportes con fuerte desarrollo y en la estructura de sus trabajadores desde inferiores. Belgrano y Lanús son los ejemplos más cercanos.
Párrafo aparte merece Pedro Troglio, que al igual que en su paso por Argentinos Juniors decidió arreglarse con lo que tiene. Un año atrás peleó el campeonato. Y cuando empezó, el Lobo estaba en zona de B metropolitana.