Gimnasia retrocedió varios casilleros esta noche en Tucumán. El Lobo tenía una linda chance de ganar y acomodarse de nuevo en el Campeonato, pero se complicó solito y se vuelve a La Plata sin nada.
¿Qué pasó? Tras un buen arranque, el equipo de Chirola se fue desinflando con el correr de los minutos y emergieron falencias frecuentes: desatenciones en defensa, carencia de generación de juego y errores puntuales e individuales que volvieron a costar caro.
Enrique salió a cualquier lado con pelota dominada, se enredó, la perdió y eso desembocó en un tiro de esquina que los tucumanos aprovecharon para abrir la cuenta.
Más tarde, siempre en la primera mitad, centro raso y despeje fallido de Enrique: gol en contra. Después, Durso salvó un par pero la historia ya estaba prácticamente juzgada.
A excepción de las buenas tareas de Morales y Benja Domínguez, el equipo no estuvo a la altura. Chirola buscó cambiar rápido aunque falló: sacó a Miramón y puso a Comba. Sacó a Mammini y dejó a Soldano, cada vez más insípido. Eso, sumado al bajo nivel de Lescano y Bazzi (jugó porque Melluso sigue ausente y ya se perdió 6 encuentros seguidos) hizo el asunto muy cuesta arriba.
Pese a eso, en el complemento el Lobo dominó la pelota y mereció el descuento. Lo tuvo Eric Ramírez en una clarísima, pero la bocha se fue besando el palo. Y ya sobre el final, el travesaño salvó a los tucumanos tras el cabezazo del pibe Castillo.
Quedan tres fechas para el final del certamen y el Lobo tiene que sumar lo que pueda para terminar lo más arriba posible. Después, llegará el momento de parar la pelota, analizar el plantel y ver de qué manera realizar un mercado de pases satisfactorio.