Con varias semanas de descanso, Gimnasia tendrá un buen tiempo para acomodar los papeles y prepararse de cara a la competencia de 2017. El balance de este segundo semestre termina siendo regular: flojo en el campeonato y positivo en Copa Argentina. ¿La deuda pendiente? Hallar un estilo de juego y mantenerlo.
El equipo de Gustavo Alfaro terminó su temporada anual el viernes pasado cuando derrotó en condición de visitante a Godoy Cruz en Mendoza por 3-0. Los dirigidos por “Lechuga” no obtuvieron una buena cantidad de puntos de cara al próximo año para pelear en los primeros puestos del campeonato. La buena imagen de la Copa Argentina, alcanzando la semifinal, no bastó para que el Lobo termine un buen año.
La asunción de Alfaro como DT de Gimnasia fue una incógnita durante el año. El exentrenador de Arsenal llegaba al club como una imagen positiva por lo títulos obtenidos en el equipo de Sarandí, pero al correr de las fechas, “Lechuga” no encontró su once ideal y es por eso que hasta el día de hoy el Lobo no tiene una idea de juego clara.
¿Causas? Cuesta encontrarlas. Pero a juzgar por lo mostrado por Gimnasia en la primera fecha del certamen, cuando se sacó de encima a Vélez en el Bosque jugando gran parte del encuentro con un hombre menos, hay un punto crucial: la venta de Maximiliano Meza. Alfaro vio cómo la dirigencia anterior no oyó sus súplicas, llevó a buen puerto las negociaciones con Independiente y se desprendió de su as de espadas. ¿Excusa? Para nada. El DT del Lobo probó y probó pero nunca logró encontrar un jugador que pudiera ejercer las funciones que ejercía Meza.
Más allá de eso, el entrenador pareció desorbitado en varios pasajes del semestre, cambiando esquemas y nombres en forma constante. Es más: aquellos futbolistas que no pidió en el mercado de pases y que llegaron al club por una mera decisión institucional (a saber: Chirola Romero y Lucas Lobos) terminaron siendo las principales figuras del equipo. Por su parte, los que sí arribaron a Gimnasia por pedido expreso del DT, como Darío Bottinelli y Christian Ramos, lejos estuvieron de un nivel aceptable. ¿La excepción a la regla? Nicolás Ibáñez, goleador tripero con cinco tantos en el campeonato y uno en la Copa Argentina.
Lo cierto es que, finalizada la primera parte del torneo, los dirigidos por Alfaro se encuentran en mitad de tabla con 18 unidades y lejos de los primeros puestos.Acumularon cuatro victorias, seis empates y cuatro derrotas, una suma escasa que dista mucho de las expectativas que emergieron en los albores de este ciclo.
Respecto a la Copa Argentina, el Lobo llegó a su máxima instancia alcanzada en esta competencia, semifinales, donde cayó con River 2-0. Pero, el equipo fue otra imagen totalmente distinta a la del campeonato, obtuvo victorias importantes en instancias decisivas ante rivales como Racing en octavos de final y San Lorenzo en cuartos.
Será momento de descansar unos días para volver a la pretemporada más enfocado en el torneo y para no perder más puntos con los que lideran el campeonato. Gustavo Alfaro deberá analizar sus jugadores y pedirle a la dirigencia nuevos nombres para encontrar su equipo ideal.
Además, Gimnasia el año que viene deberá afrontar la Copa Sudamericana, por lo que tendrá que tener recambio de jugadores para poder pelear e ilusionarse con las competencias a disputar, que serán tres: Campeonato, Copa Sudamericana y Copa Argentina.