Gimnasia volvió a jugar mal y cayó ante Racing por la mínima en Avellaneda. El Lobo no hizo nada de nada en el primer tiempo, mejoró en el segundo pero no le alcanzó para decretar la igualdad. Lautaro Martínez marcó el gol de la Academia en la primera etapa. Se vienen partidos decisivos: Copa el martes y clásico el sábado.
Cuando a los 35 minutos de juego Lautaro Martínez definió en forma soberbia ante Martín Arias y abrió el marcador, en el Cilindro de Avellaneda quedó la sensación certera de que a Gimnasia le iba a costar horrores emparejar el partido. Es que el Lobo, ya desde el vamos, había mostrado un vacío futbolístico preocupante.
Es cierto que Gustavo Alfaro apeló a un equipo alternativo, pero no es menos cierto que el declive de Gimnasia se viene acrecentando fecha tras fecha. Lo del Lobo en la primera etapa ante Racing fue calamitoso: no generó absolutamente nada. Y a la Academia, también con poco, le alcanzó para doblegar a este débil y manso conjunto albiazul.
En el segundo tiempo, con los ingresos de Brahian Alemán y Lorenzo Faravelli, el asunto tomó otros tintes, quizás algo más esperanzadores. Gimnasia se animó y generó alguna que otra ocasión de cara al arco de Orión. ¿Lo mejor? La movilidad y perseverancia de los pibes Nicolás Contín y Erik Ramírez, y, por supuesto, el despliegue de siempre de Fabián Rianaudo.
Otra vez, Alfaro buscó soluciones en Mauro Matos. Y otra vez, Mauro Matos demostró no estar a la altura, ni física ni futbolísticamente. ¿Es más que Niell? Definitivamente, no.
Gimnasia no halló los caminos. Lo intentó, y su producción en el segundo tiempo fue aceptable, pero no le alcanzó.
Se vienen partidos decisivos, que de seguro determinarán la suerte de Alfaro a mitad de junio, cuando tenga que sentarse a dialogar con la dirigencia la renovación de su vínculo. La vuelta ante Ponte Preta el martes y el clásico el sábado que viene, serán exámenes claves para este Lobo malherido, al que le cuesta enormidades generar juego de tres cuartos en adelante, y que ya arrastra tres derrotas al hilo.
