Gimnasia volvió a perder un clásico. Esta vez fue en Quilmes por la mínima. El Lobo salió a especular, lo embocaron en pelota parada y pese a que en el segundo tiempo aceleró, ya era muy tarde. Como se sabía en la previa, Gustavo Alfaro renunció tras el encuentro. Con muchos que cumplieron un ciclo, habrá que dar vuelta la página y comenzar de nuevo.
Pasó lo que se intuía que iba a pasar: Gimnasia planteó el clásico en forma muy cobarde, esperó a que le hicieran un gol para reaccionar y, claro, después nunca halló los caminos del empate.
Si el Lobo hubiera salido a jugarle de igual a igual a este modestísimo Estudiantes, quizás la historia habría sido otra. Pero no. Otra vez, como pasa desde hace tiempo, la ecuación fue la misma: Estudiantes, con muy poco, se quedó de nuevo con el clásico ante un Gimnasia retraído, inocente, predecible y cobarde. Sobre todo, cobarde.
Por supuesto que la responsabilidad mayor es de Gustavo Alfaro. El DT asumió sus errores y renunció tras el partido (ver nota aparte). Pero la realidad indica que estos jugadores siguen con una deuda enorme con la gente en materia de clásicos. Es decir: un entrenador puede apostar a una táctica mala, gustar de un estilo de juego abominable, elegir mal las cartas que arrojar sobre el paño. Pero su tarea se limita hasta allí. Porque por lo demás, un entrenador no le dicta a sus jugadores que pongan la pata suave, que no dejen sangre, que no transpiren la camiseta, que se apichonen una y otra y otra vez.
Esto ya es cuestión psicológica. Gimnasia afrontó el clásico como si estuviera jugando en el patio de su casa. Y mientras el rival siempre, sin excepción, juega a ganar, el Lobo juega a no perder.
Israel Damonte cabeceó en soledad a los 25 minutos de la primera etapa y puso el 1 a 0. Hasta entonces, Gimnasia no había hecho más que esperar, cedes terreno y ceder la pelota. Después de entonces, Gimnasia salió desesperado a buscar un empate que nunca llegó, pese a haber contado con varias situaciones de gol en la segunda etapa.
Se salvaron del bochorno: Alexis Martín Arias, Mauricio Romero, Manuel Guanini, Fabián Rinaudo, Eric Ramírez y Brahian Alemán
Otro clásico más perdido y van. Alfaro ya no está. Troglio tampoco está. Estos jugadores siguen despilfarrando la historia de Gimnasia. Háganse cargo de una vez.
