En un clásico muy cerrado, Gimnasia tuvo que conformarse con el empate ante Estudiantes en 60 y 118. Fue un magro 0 a 0 donde escasearon las situaciones de gol. Lo mejor del Lobo fue la tarea defensiva; lo más flojo, la zona de ataque, donde le faltó profundidad. Sobre el final, Abal expulsó bien a Omar Alderete por doble amarilla. Los hinchas, como siempre, respondieron repletando las tribunas.
Poquísimo. Poquísimo y nada pasó en el estadio del Bosque en una nueva edición del clásico platense. Gimnasia y Estudiantes no se sacaron ventajas y, tal como había pasado en las últimas dos ocasiones en 60 y 118, terminaron 0 a 0.
El Lobo se plantó con línea de 4 en el fondo, lo que implicó la presencia de Facundo Oreja en el lateral izquierdo, jugando a pierna cambiada. En tanto, Nicolás Colazzo hizo las veces de volante por ese sector, mientras que, por el otro lado, la fórmula fue Bonifacio- Dibble.
Precisamente el uruguayo fue una de las principales cartas de ataque del conjunto de Facundo Sava. Ante un tablero muy enredado, donde reinó la fricción, las principales apuestas de Gimnasia pasaron por momentos por la inspiración del hábil delantero oriental, que a menudo logró desequilibrar.
La más clara del Lobo llegó a los 15 minutos de juego, cuando Brahian Alemán ejecutó una pelota parada que aterrizó en los pies de Alderete. El paraguayo giró y le dio de zurda, apenas desviado del palo izquierdo del arquero.
No hubo más en la primera etapa. El rival contó con un tiro también desviado de Iván Gómez que pegó en la parte externa de la red. Todo lo demás fue fricción.
En el complemento el Lobo salió dormido, y Estudiantes casi factura, cuando Lucas Rodríguez armó una buena jugada por izquierda y, en posición inmejorable, falló el el tiro por milímetros.
De a poco el rival fue creciendo. Gimnasia nunca tomó nota de que no debía excederse en las faltas cerca del área y regaló mil oportunidades de pelota quieta que el Pincha no logró capitalizar. Por caso, Martín Arias respondió bien a los 17´ ante un tiro libre de Giménez, que tenía destino a red.
Sava buscó alternativas en el banco. Sorpresivamente sacó a Dibble, que junto con Alemán era el único que podía elaborar algo interesante en ataque, y mandó a la cancha a Pereyra (flojísimo). Poco después, Niell salió reemplazado por Barrales. El delantero ex Huracán se las puso difíciles a Shuncke y Desábato, y contó con una clara: Fito envió una pelota larga para Bonifacico, que llegó hasta el fondo y metió un centro raso que el corpulento 9 no llegó a conectar por poco.
Ése fue todo el repertorio de Gimnasia en el segundo tiempo en zona de ataque. Eso, y algunos tiros de esquina que no supo aprovechar.
Sobre el final, Alderete (la figura del Tripero) vio la segunda amarilla y dejó a su equipo con diez a falta de cinco minutos. Pero no había tiempo para más.
Otra chance de cortar la racha que se le escapa a Gimnasia en materia de clásicos. Aunque más allá de eso, el punto se valora porque no se perdió y Sava lleva 5 unidades sobre 9 puestas en juego.
