Gimnasia, con puro amor propio y muy poquito de fútbol, tenía la victoria en el buche gracias a un gran cabezazo de Mauro Guevgeozián a cinco minutos del final, pero Bonifacio cometió una falta tonta cerca del área y, cuando el reloj marcaba tiempo cumplido, San Martín lo empató con un frentazo de Acevedo que privó al Lobo de ganar de visitante tras un año. Habrá revancha el domingo en Paraná.
Pecó de iluso Gimnasia en Tucumán. En un minuto fatal el Lobo pasó de la euforia y la alegría a quedarse con una sensación de derrota ante un rival directo como San Martín.
El cronómetro del tibio e incipiente Arasa (no cobró una clara mano dentro del área de los tucumanos y debió expulsar a Bieler por entrarle muy fuerte a Tijanovic) marcaba 89 minutos cuando Bonifacio cometió una falta inconcebible a metros del área de Martín Arias. Gimnasia ya se había puesto en ventaja cinco minutos antes a través de Mauro Guevgeozián, que sorpresivamente conectó con un frentazo letal un centro casi perdido del Monito Gómez. Entonces, tras la tonta falta de Bonifacio, García la metió adentro, Acevedo se escapó de Coronel como si se tratara de un defensor amateur, y en soledad absoluta cabeceó con destino a red. 1-1 y a Gimnasia se le escurrió la victoria de las manos en menos de lo que dura un pestañeo.
No hay mucho para decir de los restantes 85 minutos de juego. Todo fue fricción, pelotazos sin destino y carencia absoluta de juego asociado. Y en ese marco, los tucumanos fueron los que contaron con las situaciones más claras, aunque siempre chocaron con un buen Martín Arias bajo los tres palos. A propósito: San Martín, al igual que todos los equipos que enfrentan a Gimnasia, atacó por el lado de Facundo Oreja. Al 4 le comieron la espalda reiteradas veces.
¿Del Lobo? Nada. Nada de nada. Al menos nada en ataque. Porque la primera y única situación clara de gol se la generó solo Santiago Silva a los 30 minutos de la segunda parte. El Pelado se libró de la marca con puro oficio y sacó un zurdazo que se fue besando el palo derecho del arquero Arce.
Por lo demás, el Lobo apostó al juego físico. Porque de eso no hay dudas: hay ganas, actitud y amor propio. Gimnasia presionó y corrió constantemente. Pero para ganar, hay que gestar. Y esa es la gran deuda que tiene este equipo que, que carece de un conductor y que extraña horrores a Brahian Alemán.
¿Lo mejor? Se los notó muy bien a Luciano Perdomo y a Horacio Tijanovich. En tanto, Maximiliano Comba redondeó un debut discreto sin entrar mucho en juego.
Ay, ay, ay...otra vez, el Lobo no pudo de visitante. Ya lleva un año sin ganar fuera de casa. Pero habrá revancha pronto: el domingo, en Paraná, jugará ante Patronato otro partido clave en la lucha de los de abajo.
SÍNTESIS:
SAN MARTÍN (T) (1): Ignacio Arce; Emiliano Albín, Lucas Acevedo, Matías Cahais y Maximiliano Martínez; Adrián Arregui, Alejandro Altuna y Matías García; Franco Costa, Claudio Bieler y Fabián Espíndola. DT: Rubén Forestello.
GIMNASIA (1): Alexis Martín Arias; Facundo Oreja, Maximiliano Coronel, Gonzalo Piovi y Matías Melluso; Fabián Rinaudo y Luciano Perdomo; Matías Gómez; Maximiliano Comba, Santiago Silva y Horacio Tijanovich. DT: Pedro Troglio.
CAMBIOS: ST: 9´ Faravelli x Comba (GELP), 24´ Bonifacio x Oreja (GELP), 25´ Purita x Giménez (SMT), 28´ Figueroa x Espíndola (SMT), 35´ Guevgeozian x Silva (GELP), 38´ Costa x Rodríguez (SMT).