Gimnasia no estuvo a la altura y cayó goleado sin atenuantes en el Bosque frente a Racing, que le hizo precio. Fue un 0-3 contundente que abre muchos signos de interrogación. ¿Hay ciclos cumplidos? ¿Está capacitado este plantel para Primera División? ¿Quiénes son los primeros responsables de este momento desesperante? Centurión y Lisandro López por duplicado sellaron la derrota del Lobo, que perdió tres de los últimos cuatro partidos. ¿Y ahora?
Racing fue demasiado para Gimnasia. El Lobo no estuvo a la altura de las circunstancias y cayó sin demasiada resistencia ante el puntero del campeonato en el Bosque, donde quedó en evidencia la abismal diferencia futbolística entre un equipo y otro.
Se sabía de antemano que sería una parada complicadísima para el conjunto de Troglio. Y Gimnasia estuvo con vida sólo unos pocos minutos en cancha. Porque cuando Ricardo Centurión se comió a Faravelli en una pelota parada y abrió la cuenta con un cabezazo certero, la endeble estantería tripera pareció derrumbarse para todo lo que quedaba de partido.
Antes, el controvertido volante de la Academia ya había contado con dos chaces netas de gol de cara al arco de Alexis Martín Arias, el responsable directo de que la goleada de hoy no haya sido mucho peor.
Racing aprovechó las flaquezas gravísimas del Lobo en defensa y generó peligro a capricho y deseo: por arriba, por abajo, por el centro, por los costados. Demasiado repertorio para un equipo tan limitado como Gimnasia, que solamente se aferró a la buena labor (además de la de Alexis) de Horacio Tijanovich en ataque. El pibe fue el único que mostró credenciales aptas para este encuentro y se las arregló solito para complicar por momentos a la defensa de la Academia.
Por lo demás, el Lobo careció de puntos altos: fojos Rinaudo y Faravelli, que siempre perdieron ante Fernández y Cardozo. Muy mal casi toda la defensa, donde sólo se salvó Melluso. Y lo de Gómez y Comba siempre se quedó en insinuación: nunca lograron abastecer a Santiago Silva, que otra vez luchó contra todos como pudo.
Aún así, el Lobo tuvo ocasiones, pero siempre falló en el área racinguista. Y los de Coudet lo liquidaron a los 8 minutos del complemento, cuando Pillud se escapó por izquierda y envió un centro bajo y preciso al área para la llegada de Lisandro López en absoluta soledad (Oreja estaba durmiendo una siesta metros atrás). Ese fue el golpe de nocaut.
Todo lo que vino después estuvo de más. Pedro buscó alternativas con Hurtado y Licht, pero nada surtió efecto. Coronel y Oreja se retiraron silbados e insultados por los plateístas, e incluso el ex Ferro se plantó de cara a la gente y generó una euforia mayor.
Sobre el final, Fito la tocó con la mano en el área, Echavarría pitó penal y López selló una nueva derrota tripera: la tercera en los últimos cuatro partidos.
Ahora, sin tiempos para lamentos, Gimnasia debe pensar en cómo resurgir y volver a dar pelea. La próxima parada será fundamental: con San Martín de San Juan en el Bosque no se puede fallar.
SÍNTESIS
GIMNASIA (0): Alexis Martín Arias; Facundo Oreja, Maximiliano Coronel, Germán Guiffrey y Matías Melluso; Maximiliano Comba, Fabián Rinaudo, Lorenzo Faravelli y Matías Gómez; Horacio Tijanovich y Santiago Silva. DT: Pedro Troglio.
RACING (3): Javier García; Iván Pillud, Alejandro Donatti, Leonardo Sigali y Lucas Orban; Nery Domínguez, Neri Cardozo y Guillermo Fernández; Ricardo Centurión; Jonatan Cristaldo y Lisandro López. DT: Eduardo Coudet.
