El Lobo volvió al triunfo y debe apostar a una identidad para pensar en el largo plazo. Tiene herramientas para hacerlo. Por Santiago Giorello
Gimnasia mostró otra cara en los últimos tres partidos, más allá del cambio en la gestión del equipo. Ante Defensa y Justicia, Aldosivi e Independiente expresó una actitud diferente a esos segundos tiempos pasivos donde el rival toqueteaba y pasaba los minutos.
Fueron cuatro puntos de nueve pero con la flecha para arriba, como el venezolano que debutó ayer. Vargas mostró entereza y desfachatez para encarar en el mano a mano y probar cuando haga falta. Se lo vio un pibe experimentado, y si se lo cuida le puede traer alegrías a Gimnasia.
Mientras en Reserva asoma Simeone con un gran gol marcado por la potencia para meterse entre los centrales, a Hurtado aún le falta despegar en el Lobo. Si bien el delantero vive de la red, el sub 20 debe encontrar un socio para ampliar su margen de acción.
Producto de la lesión de Melluso, ayer volvió la clásica defensa por los costados con Licht y Oreja, quienes se hicieron cargo de buena manera de Domínguez, Cerutti y Benítez cuando hacía falta. Es mérito de la defensa sostener el cero en los últimos dos encuentros.
Por otro lado Lorenzo, siempre Lorenzo. Un jugador que debe tomar decisiones importantes en el sector de creación y se tiene que exponer. Jugó en los procesos de Troglio, Soso, Sava, Alfaro y Ortíz. Algo así como estudiar distintas carreras en ciencias sociales, y aprobar. Por algo siempre jugó y nunca comió banco por un lapso largo.
El rosarino es una referencia en Gimnasia, son cuatro años en el Club. Después de mucho tiempo recibió ovaciones cuando salió reemplazado en la segunda mitad, sin Rinaudo como amparo pero reconstruyéndose cada vez que el equipo lo pide. Los goles en Copa Argentina, los que hizo en este tiempo y un rendimiento regular le dan una palmada de buen aire para lo que viene, que parece ajeno a partir de junio.
Gimnasia se juega el semestre el domingo, y luego el futuro. La Superliga que viene lo tendrá necesitado y Ortíz deberá tejer esa identidad que expresó para despegar en puntos y en rendimiento.
