Gimnasia hizo un partidazo en el Bosque y despachó a Defensa y Justicia 1 a 0 con gol de Santiago Silva. El equipo de Ortiz llevó adelante un planteo sumamente inteligente y se quedó con una victoria merecida en la ida por los octavos de final de la Copa de la Superliga. El domingo se define la llave en Florencio Varela y el Lobo va con toda la confianza. ¡Vamos Tripa!
Así, Lobo. Gimnasia se plantó de gran manera en el Bosque y tachó al subcampeón de la Superliga con una actuación sobresaliente, quizás lo mejor que se ha visto a lo largo del ciclo del Indio Ortiz.
El DT lo dijo en conferencia de prensa: “Sabíamos que la tenencia no la podíamos disputar, pero sí las llegadas al arco”. Entonces allí estuvo la clave: Gimnasia fue un equipo vertical, que presionó alto y buscó ahogar en la salida a un Defensa y Justicia que nunca se sintió cómodo en el partido.
El inmenso despliegue de los jugadores triperos fue el factor principal para lograr el primer triunfo del Lobo ante el Halcón de Varela en 10 partidos jugados. Con orden en todas las líneas, Gimnasia controló el encuentro sin la pelota y se metió en el bolsillo una victoria vital en la ida por los octavos de final de la Copa de la Superliga.
De atrás hacia adelante, lo del Tripero fue excelente. Casi que no hubo rendimientos flojos: Martín Arias mostró solidez y con varias tapadas cruciales pudo resguardar el cero en su arco. Lo mismo la defensa: el funcionamiento de los cuatro del fondo estuvo a la altura de un choque tan complicado como el de esta noche.
El pibe Bolívar se la bancó más que bien en la zona de contención, mientras que la jerarquía corrió por cuenta de Víctor Ayala. El paraguayo (resulta necesario que renueve contrato) dio cátedra en la pelota parada y la perlita fue un bombazo a lo Roberto Carlos que tenía destino al ángulo superior izquierdo y que el uno de Defensa sacó en forma espectacular al córner.
Antes, en el ocaso de la primera etapa, llegó el único grito de la noche: tiro de esquina, una serie de rebotes y la cabeza de Silva para abrir la cuenta.
Párrafo aparte para la tremenda labor que ejerció Horacio Tijanovich. El pibe volvió a demostrar su compromiso y dejó en claro que es una pieza fundamental, que aporta desequilibrio y que hace un desgaste impresionante en lo táctico.
Defensa y Justicia inquietó en la primera parte del complemento, donde se vio a un Gimnasia más retrasado, pero que no tardó en reacomodarse y volver a volcar la superioridad mostrada en los primeros 45 minutos. Incluso quedó la sensación de que la diferencia en el resultado pudo haber sido mayor si se capitalizaban algunas contras con mayor eficacia.
Gimnasia ganó y viajará a Florencio Varela el próximo domingo con toda la confianza y con la premisa de obtener la clasificación a la siguiente ronda. Jugando así, se puede. ¡Dale que va, Lobo!