Rinaudo en la recuperación, Cuevas aportando frescura en ataque y Stracqualursi por su voluntad y el gol del triunfo.
Gastón Sessa (5,5) tapó algunas pelotas importantes pero mostró dudas en el juego aéreo, sobre todo en el complemento.
Cristian Piarrou (5) revela falencias con la pelota y no tuvo problemas por su sector. De a poco se está asentando.
Rubén Maldonado (4) fue el peor jugador del partido. No encuentra regularidad en su juego y particularmente esta noche falló demasiado. Por suerte Fuertes estuvo errático ya que el defensor de Gimnasia nunca lo pudo frenar.
Ariel Agüero (5) se vio perjudicado por la actuación de su compañero de zaga. Por su parte ganó de arriba pero le costó coordinar movimientos con el paraguayo.
Patricio Graff (6) reencontró su nivel. Relució su oficio y desbordó con facilidad aunque sus centros no fueron precisos.
Ignacio Piatti (5) actuó de manera intermitente y erró a la hora de la puntada final. Acertó en el centro del gol y tuvo su desquite.
Fabián Rinaudo (6) volvió a tener una partido destacado. Cortó los intentos de Colón y distribuyó con criterio y atino. Si se consolida dará que hablar en el fútbol argentino.
Diego Villar (5) de regular encuentro cumple su papel. Se sacrifica sobre la izquierda y ocupa cualquier lugar de la mitad hacia atrás. De todas maneras cometió errores de traslado.
Mariano Messera (5) no encuentra aquel nivel de los primeros partidos. La lesión que sufrió cortó ese momento y le cuesta ser la “manija” del Lobo.
Franco Niell (5,5) protestó demasiado con el árbitro yéndose por momentos del partido. Para recalcar su eterna disponibilidad para marcarle los pases a los volantes. Fue vital en el gol ya que cambió perfectamente de frente para la llegada por derecha de Piatti.
Denis Stracqualursi (6) anotó el gol de una victoria importantísima. Notable fue su voluntad dentro y fuera del área para el equipo. No se lució ni mucho menos, pero la felicidad de Gimnasia lleva su nombre.
INGRESARON
Sebastián Romero (5) intentó realizar la tarea inconclusa de Messera pero tampoco tuvo una buena noche.
Juan Cuevas (6) de minutos electrizantes por izquierda fue el abanderado del embate final del Lobo. Aportó desborde, velocidad y cambio de ritmo; cualidades que su equipo no había encontrado. Madelón confió en él y “Pipino” no falló.