Gimnasia redondeó un buen partido en su debut en la Superliga y se trajo un valioso punto de Lanús. El Lobo mostró algunas cosas positivas y otras para mejorar, pero el camino es este: la entrega y la convicción. Valenti abrió la cuenta para el Granate y Caco García lo igualó en el segundo tiempo. Maxi Caire se fue expulsado. Ahora, a pensar en San Lorenzo.
Vale el punto. El Lobo hizo negocio en territorio granate y se trajo una unidad que sirve bastante y que se potenciará aún más si logra ganarle a San Lorenzo el domingo que viene.
Había mucha expectativa en la previa por lo que podía mostrar en cancha este renovado Gimnasia, con Claudio Spinelli y Marco Torsiglieri en cancha. Y no defraudó el conjunto del Indio Ortiz, que se plantó con sus armas ante el siempre complicado Lanús y que, si bien pasó algunos sobresaltos, también lo pudo haber ganado. Es por eso que la igualdad le calza justo al partido de trámite parejo que se libró en La Fortaleza.
De entrada se vio a las claras el rumbo que tendría el encuentro: Lanús manejaría la pelota mientras que Gimnasia apostaría a la presión organizada, a la salida rápida y al pelotazo largo. Y así el Lobo generó sus dos chances más claras de la primera mitad, ambas en los pies de Horacio Tijanovich, a quien Rossi le ahogó el grito por duplicado.
Antes, el Granate tuvo las suyas. Los de Zubeldía complicaron sobremanera por las bandas, donde Acosta y Marcelino Moreno se impusieron casi siempre a las marcas de Caire y de Melluso. Así, Lanús llegó con cierta frecuencia al arco de Martín Arias, que siempre se mostró seguro y que no tuvo culpabilidad alguna en el gol, que llegó cuando el reloj marcaba los 20 minutos a través de Valenti y tras un fallido despeje de Tijanovich.
Gimnasia iba a reponerse en el segundo tiempo. Allí se vio un equipo más decidido y más adelantado, que en las maniobras de Matías García y Maximiliano Comba halló sus principales cartas de peligro. Y a los 14 llegó el primer grito tripero del campeonato: exquisito y milimétrico pase largo de Ayala al pecho del Caco, que dominó con categoría y definió de derecha al primer palo.
Lo que vino después fue un palo y palo constante. Ambos lo tuvieron para ganar pero fallaron en la zona de definición. La más clara del Lobo fue un mano a mano de Comba, donde inexplicablemente se tropezó y derrochó la inmejorable oportunidad.
¿Los refuerzos? Bien: Spinelli ganó mucho más de lo que perdió en el choque con los defensores de Lanús, y se mostró colaborativo y en forma. En tanto, Torsiglieri le aportó a la defensa la voz de mando y el ofició que se necesitaba. Por su parte, a Caire le tocó bailar con la más fea y sufrió bastante, incluso se fue expulsado a dos minutos del final por bajar de prepo a Actosta.
En definitiva, buen debut de Gimnasia en el campeonato. Un empate como visitante en un reducto tan difícil no es poca cosa. Ahora, habrá que potenciar el punto el próximo domingo, cuando el Lobo reciba a San Lorenzo en el Bosque.