Gimnasia sacó chapa en Mar del Plata y goleó 3 a 0 a Aldosivi en un duelo clave por la permanencia. El equipo de Maradona, plagado de jugadores del club, metió su tercera victoria al hilo como visitante. Coronel, Ramírez y García de penal sellaron el triunfo. Miles de triperos deliraron en La Feliz. ¡Vamos Tripa!
El Lobo volvió a resurgir. Cada vez que sale de casa, Gimnasia saca lo mejor de sí, aflora la esperanza y se renueva la ilusión. Hoy en Mar del Plata se vivió una jornada extraordinaria, un 3-0 que sepulta el revés recibido días atrás en el clásico y que deposita al equipo de Maradona nuevamente en la zona de buenas vibras.
Los pibes lo hicieron: Ramírez respondió con creces (gol y penal); Paradela tuvo un partido consagratorio; Contín exige como pocos; Miranda lleva adelante el trabajo silencioso y se agiganta partido a partido. A todos los acompaña García. El Caco aporta claridad y oficio para sacar pecho de tres cuartos en adelante. No hay recetas ni fórmulas mágicas: Diego pone a los que saben con la pelota, surte vitalidad y les da la confianza que necesitan. Lo demás viene solo. Y lo demás son tres victorias al hilo como visitante, ni más ni menos.
Gimnasia salió al campo del José María Minella con una certeza clara: era un partido crucial en la lucha por la permanencia. Y con inteligencia, orden y buen pie, tomó el control del encuentro pasados los primeros 15 y mantuvo la supremacía hasta que Herrera pitó el final.
Coronel, Ramírez y García sellaron la goleada que pudo haber sido más abultada si Paradela, Contín y el propio Ramírez acertaban algunas de las clarísimas que tuvieron. La defensa encontró solidez: el Lobo solo recibió un gol en sus últimas tres presentaciones. Gimnasia perdió mucho tiempo en el campeonato, pero todavía está en combate.
Antes del cierre del semestre hay tres paradas de suma importancia: Arsenal, Banfield y Central Córdoba. Si Gimnasia sale airoso de esos duelos y con una sumatoria considerable, entonces el asunto puede tomar rumbos favorables de cara al final de la temporada. ¿Se puede? Jugando así, claro que se puede. ¿Quién dijo que todo está perdido?
