Letra G
36.229
Fans
29k
Seguidores
Fútbol

27-11-2020

Nadie podrá matarte en mi alma

Una reflexión del Maradona eterno, del Diego tripero. Gimnasia es la síntesis de Maradona, un pibe de barrio que se convierte en mito.


En el vestuario, Maradona saludó a los utileros como uno más. Juntó a los jugadores y comenzó la arenga histórica que lo inició al Diez como entrenador de Gimnasia. “Quiero que dejen todo muchachos, depende de ustedes, el que no corre, no juega”, expresó.

Gimnasia, el club popular más antiguo de América, cobijó al drogadicto, al bocón, al políticamente incorrecto. A ese que sale del estereotipo de lo deseado y es detractado por los poderosos. Diego podría estar cómodo en la casa, tendría que haberse recuperado uno o dos meses como le pidieron los médicos, pero eligió el olor a pasto del Bosque.

Cantó como un nene que “el que no salta es un inglés”, mientras se reinauguraron esas lágrimas de viejos, viejas y abuelos por el 86´, esas piernas cortadas en el 94´ porque “hasta un chiquito de cinco años sabía que inventaron el doping”, como dijo.

En cada partido saludó a los hinchas, cantó dalelobo, frenó a un par de jugadores e incluso le tiró un caño a un asistente. En un hotel interrumpió la conferencia Giselle, la hermana de Cristina, y recordó a Ofelia en el cielo, como muchos hoy nos acordamos de Néstor Basile, uno de los miles que hace 30 años comenzaron a pelear por las tierras de 60 y 118.

En una carpa se tomó con humor el ruido de los motores de Fatura Broun, chicaneó a un periodista por su altura, cantó “El Diego es del Lobo y del Lobo no se va” en Mar del Plata, se enojó por el robo arbitral en Córdoba y gritó “Yo soy del Lobo en las buenas y en las malas” como nosotros en la infancia.

Mientras el Diego cantaba entre lágrimas se veía la Basile de fondo. Mientras sonaban las gargantas, el mundo se paralizaba de emoción con el más sucio de los dioses. Mientras lloramos a Maradona, Favaloro lo recibe con los brazos abiertos.

Diego podría haber sido sólo el mejor jugador de la historia. Pero aceptó quemarse en nuestra hoguera. Entregó su vida, para mejorar la nuestra. Nos hizo felices y su muerte nos deja un poco más solos. Por eso, gracias eternas.

Santiago Giorello

Letra G
SEGUINOS @LetraG







SEGUINOS facebook.com/letra.medios


Letra G