El Lobo sacó pecho en el Nuevo Gasómetro, venció 2-1 a San Lorenzo y, con la derrota de Banfield, recuperó la ilusión. Partidazo de los dirigidos por Martini y Messera, que ahora sueñan otra vez. Ramírez y Barrios, los goles triperos. Todo se define el próximo fin de semana. ¡Arriba, Tripa!
¿Y quién te dice? Si soñar no cuesta nada. Y Gimnasia está soñando, porque esta noche recuperó la ilusión en el Nuevo Gasómetro. El equipo que formó Diego Armando Maradona y que hoy dirigen Martini y Messera esta vez sí obtuvo lo que merecía: se llevó puesto a San Lorenzo y, con la posterior derrota de Banfield, mantiene chances concretas para meterse en la final.
El mecanismo está sólido: el Lobo sabe a lo que juega y lo hace bien. Otra vez superó a su rival con sus mejores armas: orden, sacrificio, pelota al piso, presión, despliegue y dinamismo. No hay recetas mágicas, solamente trabajo.
Es cierto que Fatura Broun hoy fue figura, pero también lo es que Gimnasia se plantó con argumentos en territorio azulgrana y supo cómo sacar adelante un parido chivo. Es que el empate no le servía a ninguno, y es por eso que promediando el complemento empezaron a emerger los espacios desde ambos lados de la cancha.
El Lobo contó con varias claras, como una de Contín que increíblemente dio en el palo o como tantas otras de Ramírez que tapó Monetti. Y acá, una pausa: lo de la Perla merece considerarse más seriamente. El atacante tripero hizo hoy un partido consagratorio y le puso honor a su apodo. Si estuviera en otro club, medios y periodistas oportunistas hablarían maravillas de Eric Ramírez.
Y eso pasó en el Nuevo Gasómetro: un partido de ida y vuelta que encontró a Gimnasia con más atino a la hora de desarrollar su libreto. Porque supo ganar la pulseada en la mitad del terreno y porque fue mucho más punzante y práctico que el Cuervo en la zona de ataque.
Ramírez abrió la cuenta tras un excelente envío de Ayala. Enseguida igualó Ángel Romero. Y sobre el final, la magia: Paradela hizo una jugada sensacional, la filtró para Pérez García, y el ex Tigre habilitó a Barrios que, solito, la mandó a guardar.
Acá está Gimnasia. El Lobo ahora vuelve a la discusión y, por qué no, se ilusiona con meterse en la final de la Copa Diego Armando Maradona. ¡Arriba, Tripa!