Gimnasia hizo todo mal. No solamente durante los 90 minutos que duró este papelón en Mendoza, sino a lo largo de la semana. Gorosito tocó demasiado y ubicó piezas donde no iban: cambio de esquema con línea de 5 atrás ante uno de los equipos más flojos del torneo, afuera el mejorcito (Insaurralde), Alemán doble 5 y Miranda por la banda.
Los problemas del Lobo van más allá de la dupla o de Gorosito. Gimnasia necesita una solución de fondo y hoy quedó demostrado una vez más.
El Tripero no atacó en todo el primer tiempo. Allí mostró algo de orden pero una carencia absoluta de tres cuartos en adelante, tenencia cero y cero explosión. Conclusiones rápidas: Coronel, Insaurralde y Carbonero tienen que ser siempre titulares.
En el complemento el asunto se rompió a los 15, cuando Damián Pérez se filtró por el sector de Gerometta y sacó un violento disparo que, tras desvió leve en Morales, se le metió por arriba a Rey.
Minutos antes Gimnasia había tenido su única llegada clara: Contín la guapeó y habilitó a Miranda, que solito falló ante el arquero del conjunto mendocino.
Lo que vino después fue un vendaval del Tomba y un desorden generalizado de un Gimnasia grogui, que nunca atinó a nada. Bullaude y Ojeda por duplicado liquidaron el pleito minutos más tarde. 4 a 0 y golpazo.
Gorosito deberá trabajar y mucho para sacar esto adelante. Gimnasia ya pisa los últimos escalones de la tabla y el panorama asoma muy difícil. Por lo pronto, Vélez se viene el lunes al Bosque. Hay que trabajar y seguir.