Despegó Gimnasia. El Lobo hizo lo que tenía que hacer en Mar del Plata y metió al segunda victoria al hilo en el campeonato. Tres puntos de oro y aire fresco.
El Tripero se plantó en cancha del Tiburón y pegó primero a los 55 segundos, cuando Alemán la mandó a la olla, Contín le ganó a su marcador y habilitó al Pulga, quien con pura jerarquía la mandó a guardar de tres dedos en el aire.
Ponerse en ventaja tan rápidamente le otorgó a Gimnasia la tranquilidad necesaria para afrontar todo lo que quedaba de partido. El Lobo fue más de inicio a fin: ganó la parada en la mitad del terreno con el tándem Cecchini-Insaurralde y, a partir de ahí, generó fútbol. Y encontró adelante al nueve de área que venía buscando desde tiempos remotos. Porque Contín hizo un lío bárbaro en la defensa de Aldosivi y fue la figura excluyente del encuentro.
Párrafo aparte para la defensa: sólida, firme y sin complicaciones. Nunca dio ventajas y ya se nota la impronta de Pipo.
El Lobo aumentó la diferencia a los 23, cuando Gil Romero le regaló la pelota a Contín en la salida, y el delantero no perdonó.
En el complemento llegó el golpe de nocaut: a los 9 la guapeó el atacante tripero y definió como los que saben ante la salida del arquero.
Aldosivi respondió minutos más tarde con el gol de Grahl. Y después fue y fue, pero sin acierto. Gimnasia aguantó y bien pudo haber llegado al cuarto: Contín tuvo otra, el Pulga también, lo mismo Carbonero.
Final en Mar del Plata y triunfo gigante de este Gimnasia, que ganó como visitante después de ocho meses y que ahora se perfila con el ánimo por las nubes para recibir a Sarmiento el próximo domingo. ¡Arriba Tripa!