Había que revalidar lo hecho ante Newell´s, y se hizo. Gimnasia se llevó puesto a Arsenal en Sarandí, gritó su segunda victoria consecutiva y se acomoda con buen panorama en la tabla de posiciones.
EL Lobo fue mejor de pe a pa. Trasladó bien la pelota, manejó los hilos y, sobre todo en el complemento, doblegó como quiso a un rival flojito.
Pasaron cosas en el primer tiempo, donde el Lobos e vio muy perjudicado por el pésimo arbitraje: gol mal anulado a Carbonero y penal no sancionado también sobre el colombiano. Y el colombiano fue, justamente, el punto alto de la jornada: le ocasionó un revuelo supremo a la defensa local, yendo y yendo, una y otra vez, y asomando siempre la nariz en la zona roja del área de Alejandro Medina.
Cuando en el complemento Gimnasia ponía contra las cuerdas a Arsenal (lo tuvo en incontables situaciones) Gorosito pateó el tablero y, sorprendentemente, mandó cuatro cambios: Pulga, Insaurralde, Holgado y Ramírez por Miranda, Pérez García, Alemán y Cocimano.
Y pese a que el Lobo tardó en volverse a acomodarse, ni bien lo hizo llegó el grito de la tarde: habilitación del Pulga sublime y sublime definición de Carbonero.
De inmediato Arsenal tuvo el empate en una clarísima que Rey le tapó a Sepúlveda. Y después solamente quedó tiempo para que Holgado no resolviera rápido tras pase certero del colombiano, y para que Ramírez se perdiera el segundo mano a mano en tiempo cumplido.
Conclusiones: creció Cecchini, que hoy es el cinco indiscutible. El Pulga tiene que jugar ahí donde jugó hoy. Alemán tiene que jugar ahí donde jugó hoy. Hay puntos altos y el Lobo debe aprovecharlos. Proecupa, sí, el tema del nueve: ni Cocimano y Holgado muestran credenciales todavía.
Se viene un partido ultra accesible como local. Hay que sacar los tres puntos y empezar a desviar el objetivo de sumar para engrosar el descenso al de sumar para entrar a alguna copa. ¿Por qué no? ¡Vamos Tripa!