10 mil Triperos coparon la costa y festejaron con el triunfo frente a Independiente. El sábado, a reventar Rosario.
LA PREVIA FUE IMPONENTE
Lo de la rambla fue una cosa de locos. Equipos como Boca o River pueden llenar la cancha pero de banderazos ni hablar. Además, hay que tener en cuenta que gran parte de los hinchas que acuden al estadio son oriundos de Mar del Plata. La movilización de la hinchada Tripera fue histórica por todo. Se trató de un amistoso, hubo sólo un partido, no se presentó un equipo de estrellas ni Maradona ni nadie. La 22 copó todo por sentimiento, por pasión, por esa locura que tenemos y que nadie puede comprender.
DESPUES… A EXPLOTAR EL ESTADIO
Pasó el banderazo y las calles se inundaron de hinchas. No se veían otros colores que el azul y el blanco. Por eso, la caravana a la cancha fue memorable. Después, la tribuna de José María Minella se fue colmando poco a poco. Banderas, bombos, trompetas, globos y mucho aliento. Lo de siempre para una hinchada que demuestra ser de FIERRO.
RECONOCIMIENTO A UN TRIPERO DE SANGRE
Minutos antes del partido, el presidente de Gimnasia, Walter Gisande y el dirigente Facundo Menéndez, le entregaron una plaqueta al Gato Sessa, en reconocimiento al gran trabajo que tuvo durante el Apertura 2008. Fue el arquero menos vencido y le aportó muchísimo al equipo. ¡A repetir en el Clausura!
LA ESTRELLA DE LA NOCHE
Pipino Cuevas saltó desde el banco y se transformó en la estrella del partido. La primera que tocó la mandó a guardar adentro. Luego hizo un par de jugadas bárbaras que pudieron extender la ventaja y encima se dio el lujo de bailar a los rivales que lo querían matar. Un premio merecido para un pibe del Club que acaba de ser papá.
