“No negocio otra cosa que no sea el trabajo y respeto”, dijo Chirola Romero tras la gran campaña que realizó junto a Nicolás Cabrera en la reserva tripera, finalizando en la tercera ubicación junto a Central con 45 puntos. El ídolo tripero llegó a primera con Timoteo en el año 97 y realizó una gran carrera con sus marcas inevitables.
En Paraguay están los mellizos Barros Schelotto. Sus “ahijados” preferidos comandan el barco que buscará generar una identidad para llevarlo al mundial. Ya han campeonado con Boca y Lanús, con el acompañamiento del Pata Pereyra. Hasta el último día han estado en contacto con la familia Griguol debido al gran vínculo que se generó en los años dorados de los 90.
En Venezuela, uno de los mejores defensores que sacó el Lobo en las últimas décadas es ayudante de Pekerman. Se trata de Leandro Cufré, quien fue vendido a Europa y jugó un Mundial gracias al trabajo de Timoteo, a quien siempre lo ha puesto en valor como técnico docente.
En Colombia, el “Topo” Sanguinetti ya arrastra un buen recorrido por los clubes locales dejando su huella. Ha ganado un título también con el equipo peruano Alianza Lima y sin dudas que fue una identidad en los grandes equipos de Timoteo por el carril derecho.
En Uruguay, el Tornado Alonso se encargará de modificar el carril de la selección para llegar a Qatar en menos de un año. Si bien llegó con Gregorio Pérez, es una persona que ha destacado el trabajo realizado por el viejo en sus dos pasos por el Lobo.
Qué decir del “Pampa” Sosa, quien no da una nota sin nombrar al maestro cordobés, y ya ha dado los primeros pasos en Europa y América como entrenador. El Colo Sava jugará la final por el ascenso con Quilmes, mientras que Andrés Yllana está dirigiendo a la Villa. “Potrerito” Messera, quien egresó de la secundaria con el Viejo porque de lo contrario no jugaba, ya ha pasado por el Lobo… como Leo Noce y el Coco San Esteban en juveniles.
Sin dudas, Timoteo Griguol ha marcado el camino para las generaciones que educó. Un inmortal que estará en los campos y vestuarios cotidianos. Pero sobre todo, en las grandes enseñanzas de vida.
Santiago Giorello
