Rodrigo Rey (5): No tuvo responsabilidad en ninguno de los goles de Patronato. Después, no lo exigieron tanto.
Guillermo Enrique (4): Poco. Equivocó los caminos en ataque y le costó también en la marca para cerrar su sector.
Leonardo Morales (5): Atento casi siempre, pero cayó en la desatención defensiva colectiva en ambos goles.
Germán Guiffrey (4): Impreciso y poco efectivo a la hora de marcar. Todo le costó el doble.
Nicolás Colazo (5): Fue salida y desbordó en reiteradas oportunidades, aunque no siempre envió centros peligrosos. En defensa, flojo.
Agustín Cardozo (5): Ganó y perdió en la mitad del terreno. De lo más regular y parejito del equipo.
Brahian Alemán (4): Fastidioso y lento. Nunca le encontró la vuelta al juego y menos por derecha, donde la vio pasar. Después, más tirado al medio, mejoró pero tocó pocas pelotas. Envió un buen centro para el gol de Soldano.
Manuel Insaurralde (4): Perdido en la cancha, nunca se pudo asociar con sus compañeros. No se supo bien cuál era su función. Salió en el complemento.
Ramón Sosa (6): El mejor del Lobo y el más peligroso. El único que estuvo rápido y picante para llevar peligro al área de Patronato.
Lautaro Chávez (4): Flojo. No sacó ventajas en el mano a mano y siempre todo le costó. Salió reemplazado en el complemento.
Franco Soldano (6): Buen partido. Se las arregló solo arriba y marcó el empate transitorio con un buen cabezazo.
INGRESARON
Benjamín Domínguez (5): Esta vez no pudo desequilibrar como siempre.
Nicolás Contín (5): Le llegaron pocas pelotas.
Emmanuel Cecchini (-): Pocos minutos en terreno de juego.
Matías Miranda (-): Entró y nada pudo hacer.
Tomás Muro (-): Tuvo poco tiempo dentro de la cancha.
DT Y ÁRBITRO
Silvio Trucco (Mal): Otra vez perjudicó a Gimnasia al no cobrar un clarísimo penal sobre Benja Domínguez. Por lo demás, siempre cortó el juego y no dejó que el asunto fluyera.
Néstor Gorosito (Regular): Le dio la confianza a Insaurralde en lugar de Ramírez pero el mediocampista no cumplió. Gimnasia nunca pudo ser dueño de la pelota y siempre estuvo incómodo en la cancha, ante un equipo bien plantado. Pipo buscó variantes con cambios lógicos en el segundo tiempo, pero nada cambió la ecuación. Quedó a la vista, una vez más, el plantel corto. El Lobo debió haberse reforzado en el receso.