"Cuando todo parece jodido es cuando hay que poner". Quedan 6 fechas en las que hay que ganar. A no bajar los brazos.
A tan solo seis fechas de la finalización del torneo, Gimnasia aún mantiene vivas las esperanzas de salvarse de todo: promoción y descenso directo. Matemáticamente las chances de alcanzar a Central y Racing son ciertas, pero la realidad indica que -salvo una racha positiva del Lobo y una negativa de las “academias”- este sprint final del torneo será mano a mano con San Martín de Tucumán. Claro está que con una desventaja en cuanto a que la división para elaborar el promedio es distinta. De esto se desprende que Gimnasia no depende más de si mismo como sucedió en el inicio del torneo cuando supo alcanzar a Racing y Central.
Es normal que los nervios empiecen a pesar más de la cuenta y que tras cada resultado no favorable la gente se impaciente al punto de perder la razón. Pero esto no significa que tengamos que tomarnos a golpes de puño para dirimir quién tiene razón. En la situación que está Gimnasia ahora la violencia no generaría sino más violencia y un desconcierto tal que bien podría costar el descenso.
En lugar de apelar a la violencia habría que bajar un cambio y hacer memoria para saber quiénes realmente fueron los culpables (jugadores, dts y dirigentes) para que hoy este grupo de jugadores tenga que deliberadamente sumar de a tres para no descender. Este equipo tiene vértigo, vergüenza y el valor que otros no supieron tener. Sin embargo la presión, la ineficacia ofensiva y la falta de compromiso de algunos desmerece todo lo bueno que se ha hecho desde la llegada de Madelón. Sobre todo teniendo en cuenta el incómodo presente que se vive a diario. Seguro que este mismo plantel en otro contexto y con menos presiones estaría peleando el mediocre campeonato local.
Triperos, hay que hacer de tripas corazón y no bajar los brazos.
Es el último esfuerzo, hoy hay que apoyar. Después de junio si todo sale bien habrá tiempo suficiente para evaluar y ver donde y quienes cometieron los horrores.
Por el momento no quedan muchas alternativas, apoyar y criticar de manera constructivas. Nada de peleas, porque somos una gran familia tripera que lucha en pos de un mismo objetivo.
Y como reza un fiel y seguidor trapo tripero: “cuando todo parece jodido es cuando hay que poner”.
