El Lobo no está muerto. A pesar del dolor por el resultado, la gente saca fuerzas y prepara una revancha histórica. FOTOS.
Apretemos los dientes y cerremos los puños. Levantemos la cabeza y miremos fijo a los ojos. Mordamos con fuerza el aire y pongámosle un freno a la lágrima atrevida que quiere convencernos de que todo está perdido. Esto no es optimismo ciego pero tampoco será derrota anticipada.
Sin dudas fue un golpe certero pero sería una actitud idiota justo ahora no tenernos confianza. Posiblemente nuestra historia tan hermosa y cruel, nos quiera bajar de un plumazo las justas y fundadas ilusiones de quedarnos en primera. Hay que levantarse del piso… así, de un tirón y ponerse en guardia de nuevo.
Ya sé que es difícil. Ya sé que no valen los merecimientos. Hoy tripero, guardá la camiseta, doblá el trapo que te acompañó a todas partes y decile a todos que en dos días vas a salir de tu casa con más fuerza que nunca. Vas a entrar a tu Bosque con las ilusiones intactas vestido de azul y blanco para dejar el alma.
¿Sabés por qué? Porque el domingo los goles se hacen con el corazón. ¡Con ese corazón golpeado que no está muerto ni en pedo!
Germán Verne
Fotos: Víctor Díaz: los primeros hinchas en llegar al estadio.
