Diego Alonso volvió al Lobo y demostró que el romance con los hinchas triperos permanece intacto.
¡Qué falta le hacía a Gimnasia la incorporación de Diego Alonso!. No la de un delantero de área, goleador, con presencia. Sino la de Diego Alonso, que es eso y mucho más para el Lobo.
El uruguayo fue ovacionado al ingresar al campo de juego con sus compañeros y fue más ovacionado aún, al momento de su salida.
Él estaba en el área, sabiendo que el cartel electrónico iba a marcar el 9. Relogeó desde lejos, levantó la cabeza y empezó a aplaudir a Luis Quinteros, el delantero que lo reemplazaba. En el trayecto desde el campo de juego hasta el banco, el tiempo se detuvo. Todo se hizo más pausado y cada hincha sintió ese placer único de formar parte de la mejor hinchada que existe.
“!Uruguayo! ¡uruguayo…!” Las tribunas se vinieron abajo, los brazos, anaranjados por el sol, no pararon de aplaudir ni un segundo. Y lo más gratificante, fue ver la retribución del Tornado y notar que tiene muy claro qué significa sentir la camiseta azul y blanca. Apretó fuerte los puños, los levantó. Se agarró enérgico de la camiseta y volvió a sacudir los brazos con euforia. Saludo a toda la gente, a sus compañeros. Llegó al banco y palmeó a cada uno de los que allí esperaban. En ese instante transmitió muchas cosas. Los pibes confirmaron lo que significa vestir la del Lobo y la gente volvió a sonreír y a confiar en que los jugadores, más allá de los resultados, van a dejar todo dentro de la cancha.
Que digan lo que quieran. Que está de vuelta, que es tribunero. Que la viene a robar. Pero verlo todos los días en el Club, un tipo que compra camisetas de Gimnasia para sus hijos, entre la gente; y que luego sale al campo con ellos, para que mamen esta pasión. Verlo otro día ubicándose en las butacas del Poli para alentar al equipo de básquet. Después escuchar sus declaraciones y notar que lo que dice parte de un sentimiento genuino y no de un simple compromiso.
Que digan lo que quieran, pero con jugadores como Diego Alonso, el Lobo va en camino de recuperar la identidad que tan desvalorizada está. Gracias por volver Tornado. Te bancamos.
