Gimnasia comienza a hacerse fuerte de local y el respaldo de la hinchada juega un rol fundamental. A seguir alentando. VIDEO DEL PARTIDO.
El sábado por la noche el Lobizón asomó desde temprano. Como en las tinieblas, el humo comenzó a dispersarse en cada rincón para combatir a una plaga de mosquitos que, otra que Rinaudo, “te comían las patas”.
Para los más tempraneros, esos que no se pierden ningún detalle y estuvieron ansiosos por llegar al Estadio durante toda la semana, aparecieron al pie del cañón las publicaciones Ginasiá y Letra G que sirvieron para matar la ansiedad y para espantar a los Bichos que también llegaron organizados: langostas por un lado, cascarudos, mosquitos… qué lindo es el Bosque!
Por otro lado, en los jardines, entre la semilla, los chori y los patys asomaron los libros. “Alpargatas sí, libros también”. Los chicos de “El día que cambiamos la historia” estuvieron vendiendo en la previa del partido algunos ejemplares de esta gran publicación que se llevó a cabo con gran esfuerzo.
Los altoparlantes con su sonido habitual “Agostinelliiiiiii… propiedaaaaaades…” pero también con una sorpresa: los chicos de Por y para el Bosque lanzaron una campaña muy ingeniosa que se escuchó en cada tanda publicitaria y que hizo pensar a los hinchas. El Bosque, nuestro único estadio. En la estática también estuvo la clave.
Sobre la hora llegó la hinchada. En la tribuna del Bosque con los tradicionales trapos, muchos bombos, trompetas y bengalas de humo azul. Sobre 60, cada vez más organizados, estuvieron los otros trapos acompañados también por bombos y mucho aliento.
El partido fue intenso y eso a al gente le gusta. El resultado favorable dio tranquilidad pero el no haber ampliado la ventaja dejó hasta el último minuto los nervios latentes haciendo fuerza con la mente para que no nos conviertan el empate.
Enfrente “La Guardia Imperial” recordó “el Lobo y la Academia unidos siempre están” a lo que “La 22” respondió “Avellaneda… hay una banda…hay una banda de vigilantes…”. Juntos terminaron cantando “el que no salta es del Rojo y el León”. La amistad por sobre todas las cosas y la esperanza de que esos magros cordones policiales, de que esas vallas corridas de lugar y la mezcla de camisetas de Racing y Gimnasia se trasladen a cada partido del fútbol argentino. Utopías…
El resultado fue alentador, pero la gente no se comió el chasco y rápidamente comenzó a pensar en Tigre. En la movilización, en las entradas y en el posible equipo que parará Cocca, frente a un rival durísimo dirigido por uno de esos tipo que quiere vernos muertos. Dientes apretados, concentración para todos y a ganar en Victoria.
