"Nosotros del tablón y ustedes con el corazón..." En un día laboral La 22 copó Argentinos y volvió festejando como hacía tiempo no ocurría.
Como en cada parada difícil la gente del Lobo dijo presente y disfrutó como pocos de un inmenso triunfo que desahoga pero que nos permite seguir con la fe intacta.
Nuevamente una fecha entresemana, en un horario absolutamente laboral, porque para ir había que escaparse tipo dos de la tarde del laburo. En fin, cual trabajo de hormiga, el Estadio de Argentinos Juniors se fue colmando de un variado paisaje en cuanto a los triperos que se acercaban. Estaban quienes obviamente se habían escapado, ya que parecían tener un “uniforme”-léase saco y corbata-, los que sacaron a los chicos del colegio aun con sus guardapolvos y mochilas-, aquellos que tienen cierta flexibilidad horaria en el trabajo pero por debajo comentaban que “si me ven me rajan” y quienes dedicaron su tiempo para ponerse la gloriosa, agarrar el trapo, los bombos y salir.
Todos esos Lobos en una jungla de cemento dispuestos a dar todo por Gimnasia. Con la tribuna colmada, las populares agotadas, banderas por todos lados y bajo un calor agobiante, el triperío empezó a calentar gargantas minutos antes de que los jugadores pisaran el campo de juego y subieron el volumen ni bien salió el Gato Sessa.
El partido en sí no era bueno y encima se lesionaba Rinaudo, un bastión del mediocampo tripero. La preocupación de Cocca no era ajena a la de la tribuna, para colmo en la última del primer tiempo Traca, solo, erra un gol increíble.
Llegaría el entretiempo y el alivio temporal, el típico “manguerazo” de los bomberos daba una cuota de fresco y descontrol al mismo tiempo.
Después, lo de siempre, el sufrimiento porque Gimnasia estaba sólido en defensa pero no tenía audacia en ofensiva y sin embargo Sessa tuvo que lucirse ante un claro mano a mano que le hizo sudar frío a mas de uno.
Sin embargo, a nada del final, Encina pisa campo rival, los defensores se abren y le permiten al jugador tripero pegarle de zurda abajo al palo derecho de un Cejas lento de reflejos como cuando Galmarini lo clavó en el Estadio Único- y decretar el delirio tripero.
Los minutos finales fueron pura y exclusivamente para sufrir. El reloj que no corría y los nervios que bajaban desde la tribuna hacia el campo de juego. Por suerte para el Lobo todos esos intentos de Chaca fueron en vano y el triunfo llegó para ponerle suspenso a la tabla de los promedios.
El Lobo está mas vivo que nunca y así lo hicimos saber “nosotros del tablón y ustedes con el corazón”.
