Una de dos: o Gimnasia es un barco sin capitán o Cocca es un capitán sin barco. El Lobo atraviesa una profunda crisis y el DT sigue en su cargo.
Cinco partidos y ningún gol. Lluvia torrencial, tráfico colapsado. Los tres mil triperos que tiñeron de azul y blanco la tribuna visitante de Tigre se volvieron de Victoria con una nueva derrota. Tras capear la odisea que significó llegar al estadio, no estaba en los planes de nadie semejante bochorno. Pero lo más alarmante, lejos de ser el concreto 0-2 ante los dirigidos por Caruso, es la falta de reacción de un equipo que anda desorbitado hace rato.
Ninguna de las líneas se salvó, y quizás Moreria haya sido el único aprobado. El resto, a excepción de Rinaudo y Encina que fueron al frente con mucha vergüenza deportiva, fue pésimo. Tigre, con poco y nada, le sacó siete unidades de diferencia a un Gimnasia que causó dolor de ojos.
La continuidad de Cocca comienza a ser puesta sobre el tapete, pero el técnico no brinda declaraciones y parece dispuesto a continuar por un camino negro que ofrece conclusiones claras: Gimnasia está último en la tabla y su promedio enflaquece a pasos agigantados. Los rivales directos ganan; el Lobo, no.
Aquellos que a mitad de año se esperanzaron con la dupla Gisande-Cocca, ahora deberán estar defraudados. Pero la verdad tiene una sola cara, y, si no se caía de madura, era únicamente por la imperiosa necesidad de ilusionarse que tenían los triperos: ¿Acaso no fue esa misma dupla la que tachó nombres que bien podrían ser titulares en este intento de equipo que es Gimnasia? Porque Falcioni no es mal técnico (dista mucho de serlo) y lo pone a Chirola entre los once cada domingo. En el Lobo se traduce de la siguiente manera: improvisar con Castro (intrascendente) por izquierda porque el Lorito Jiménez no se atreve a salir de su jaula.
Muchos se preguntan si la tarea de Villar (figura en Mendoza) era tan mala como para que le bajaran el pulgar y lo mismo pasa con Teté ¿Acaso Capurro o Frezzoti son mejores que él? Por su parte, Cuevas fue obsequiado a México con moño y todo: ¿Con qué delantero rápido, ágil y dinámico cuenta el plantel? La respuesta está a la vista: en todos los partidos Gimnasia termina con una dupla ofensiva tan ridícula como estéril: Navarro-Córdoba.
Neira es un caso aparte. Es un jugador para llevarlo de a poco y rodearlo de grandes figuras. El problema radica en que hoy es “la figura” del Lobo y eso no sirve, pues tal rol debe quedar a disposición de alguien más experimentado, de modo que el chico de Azul pueda actuar liberado, sin sobrellevar presión alguna.
450 minutos sin convertir goles es demasiado; Ferro C. O. tiene el récord con 875. Cocca debe apurar el trámite si no desea figurar en las estadísticas negras del fútbol argento. La gente ya dio su veredicto en Victoria: quiere que el ciclo termine. Pero aún queda una chance más, una oportunidad en la que, además de tres puntos, hay otras cosas en juego. Se llama Huracán. Si Gimnasia no gana ante el Globo, se verá envuelto en un caos muy difícil de contrarrestar, y la dupla Gisande-Cocca dejará de pender de un hilo para caer finalmente al vacío. Lo seguro es que los problemas seguirán estando al menos por un tiempo largo, porque en el Lobo todo se hace a la inversa desde hace rato, y por eso el futuro se presenta con hacha y máscara de verdugo.
