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Fútbol

20-04-2011

9 SEMANAS… ¿Y MEDIA?

En apenas nueve semanas y media se puede torcer el rumbo de una vida, de un destino que se empeña en arrinconarte y quitarte los deseos...

Como en la vieja película de Adrian Lyne, en ese lapso de nueve semanas y media tendrán lugar los dos cotejos de ida de las promociones 2011-2012 entre equipos de la Primera División y la B Nacional argentinas. INFORME ESTADÍSTICO: Por Carlos Vázquez.

En apenas nueve semanas y media se puede torcer el rumbo de una vida, de un destino que se empeña en arrinconarte y quitarte los deseos. Como en la vieja película de Adrian Lyne, en ese lapso de nueve semanas y media tendrán lugar los dos cotejos de ida de las promociones 2011-2012 entre equipos de la Primera División y la B Nacional argentinas.
En ese rumbo de presagios oscuros disfrazados de propuesta seductora, se encuentra embarcado nuestro querido Gimnasia. Sólo que, en este caso, quien baila semidesnuda y a trasluz por la persiana americana no es la bella Kim Bassinger de los ’80, sino la figura espectral de un conocido fantasma al que poco queremos nombrar.
Ese monstruo proverbial se valió de un sistema inventado en 1961 y repuesto por el eterno Julio G. en 1981, aunque con vigencia desde el Metro ’83. El personaje, inspirado en el celebre Vito de Scorsesse hizo uso de la irrefutable exactitud de la matemática y reinstaló el injusto sistema de promedios que condena, desde hace 28 años, a los equipos que intentan hacer pie y salir a flote.


Cuesta abajo

Con la frialdad del acero de un puñal bien filoso, los números demuestran que Gimnasia no la tiene fácil. Hace tiempo que viene haciendo las cosas mal en diversos frentes y no ha logrado revertirlo en los 10 partidos que van de este nuevo ciclo institucional.
Ya no nos queda, como ocurriera años atrás, ni la vana esperanza de pedir un sistema más justo para condenar a quienes hacen mal las cosas. Aquella buena temporada 2008-2009 de Sanguinetti-Madelón nos llevaba a pedir la supresión de los promedios, que el sistema volviera a condenar a los dos últimos de la temporada al descenso y a los otros dos peores a la Promoción. Pero si hoy se aplicara ese sistema, ¿casualmente? Gimnasia y Quilmes estarían en zona de descenso directo, dos puntos por debajo de Huracán e Independiente, a 6 de Newell’s, 7 de Banfield y 10 de Olimpo.
Igualmente, creemos que ese sistema sigue siendo el más justo, puesto que condena a los que peor hicieron los deberes durante el año. En tanto, la diferencia entre Huracán y Gimnasia hoy la establecen, por ejemplo, el empate 1-1 con Gimnasia y Esgrima (Jujuy) del Apertura 2008 y la caída 1-0 frente a Atlético Tucumán del Apertura 2009.


Alerta de cataclismos

Dejando a un lado la puja por los sistemas, lo cierto es que actualmente de los ocho equipos que pelean por zafar de la zona caliente Gimnasia es el único que no depende de sí mismo para esquivar al espectral fantasma del Infierno. Y es que aún ganando los 9 partidos restantes, si Quilmes gana los otros 8 partidos (excepto el que juega con el equipo de Cappa) superará la línea del Lobo. Lo propio harían además Huracán, sumando 23; Olimpo y Tigre, con 14 puntos más; All Boys, con 12; y River, Independiente y Arsenal, con 11.
Ahora bien, que todo eso ocurra en forma conjunta sería una verdadera catástrofe tan difícil de asimilar como un tsunami que logra destruir una central nuclear en un país pequeño y devastado.
Ante la desilusión en la que caerán los más pesimistas al leer esta nota, los optimistas podrán alegar que, empatando ante All Boys y perdiendo todos los demás partidos, Gimnasia puede jugar la promoción. Para ello, Quilmes no deberá sumar 15 puntos, Olimpo 5, ni All Boys lograr otros dos empates tras el punto que le regalaría Gimnasia.


Un mundo de números

La matemática es inapelable. De eso, lamentablemente, no caben muchas dudas. Pero siempre es oportuno asignarle una dosis de pragmatismo, ya que nos permite logar que el resultado tenga una cierta lógica. De lo contrario, habría que pensar en una fila de 100 personas en una mesa electoral, donde 57 votan al candidato A, 42 lo hacen por B y uno parte su voto en un tercio para A y un séptimo para B logrando así satisfacer las “comas” que aporta la estadística.
Optemos entonces por el camino de la lógica. Descartemos que los que hoy pelean abajo vayan a terminar dando vuelta la tabla de posiciones y sumar una enormidad de puntos; descartemos también que vayan a perder todos sus cotejos.
Vayamos a lo terrenal. ¿Puede Gimnasia conservar la categoría? ¿Puede quedarse en Primera División sin jugar la angustiante promoción que, por primera vez, no nos obligará a ir hasta Rafaela? A ver...


Evitando el naufragio

Como en la inmensidad del mar abierto, los números marean a los pescadores de promedios. Sin embargo, hay algo que el hincha extraviado puede ir guardando en su memoria o, si lo desea, imprimiendo en una tabla para ir tachando semana a semana. A saber:



Esta tabla demuestra algunas cosas. Por delante quedan 27 puntuaciones posibles, que van de los 0 a los 27 puntos, exceptuando los 26 (no hay modo posible de sumar esa cifra en 9 partidos). En ese marco, Gimnasia puede obtener entre 117 y 144 puntos en un total de 114 partidos.
Si uno calcula la probabilidad estadística, Gimnasia (como los otros 19 equipos del campeonato) tienen 55 caminos posibles para terminar el campeonato. Estos caminos surgen de la combinación de resultados que arrojan el mismo puntaje.
Llegados a este punto, es importante desterrar otro famoso mito: los rivales y los partidos de 6 puntos NO EXISTEN. Lo importante, en el fútbol actual, es la sumatoria de puntos al finalizar el campeonato. ¿Se puede, entonces, perder con Quilmes y All Boys y zafar de todo? Sí, se puede. Pero implica una combinación de resultados que, además de una tabla demencial, implica una serie de batacazos.
Un dato interesante del relevamiento estadístico nos indica que de esos 55 caminos posibles, la mitad se concentra en la sumatoria de entre 7 y 15 puntos de los 27 en juego. Es decir, que hasta cuatro derrotas como máximo sería “lo más normal”, siempre estadísticamente hablando, para los 20 planteles que disputan el certamen de Primera División. Si ahora vuelve a mirar la tabla observara que, de producirse esa sumatoria, el final del campeonato deja a varios apretados en muy pocos puntos.


Espejos

Un dato curioso lo aporta el fixture de cara a las últimas 9 fechas. Cuando culmine el partido de la fecha 11 frente a Boca, Huracán comenzará a hacer espejo del arranque del campeonato de Gimnasia, incluso en idéntica condición de localía.
Como en esos ocho encuentros el Lobo enfrentó a Huracán, Vélez Sarsfield será el reemplazante en ese partido. Durante los 7 cotejos restantes, Gimnasia sumó 8 puntos (victorias frente a Colón y Tigre, empates ante San Lorenzo y Lanús, y caídas ante Olimpo, Independiente y los de Berizzo).
Con esa sumatoria de puntos y descontando que corran igual suerte ante Vélez y Boca (a ambos les resta enfrentar a Huracán y Gimnasia), el Lobo debe superar en al menos cinco los puntos obtenidos por los de Parque Patricios ante los 7 rivales restantes. Cabe recordar que Huracán le ganó a Quilmes, empató con Newell's, Banfield, Arsenal, Godoy Cruz y Racing; y sólo cayó ante All Boys.


Apostillas

En estas nueve semanas, Olimpo tiene la mayor cantidad de cruces directos (enfrenta a Tigre, Huracán, Independiente, River y Quilmes), seguido por All Boys (Independiente, River, Quilmes y Gimnasia) e Independiente (All Boys, Olimpo, Tigre y Huracán). Por el contrario, Gimnasia y River sólo enfrentarán a dos rivales directos: el Lobo a Quilmes, los de Núñez a Olimpo y ambos se cruzan con All Boys.
A su vez, los de Berizzo estarán una vez más en el medio de las disputas. Deben un trascendental encuentro con Huracán (en la fecha 15), y además ante Independiente (16ª), River (18ª) y Arsenal (19ª). ¿Descartamos las sucesivas lesiones de un referente pelado?


Trémulo de pavor

Como ocurre con la nieve de la cordillera andina, uno puede parecer perdido, pero no debe entregarse hasta el final. Si no logra sumar al menos un punto en los próximos cuatro encuentros, en la fecha 15 Quilmes puede quedar condendo y ocupar una de las dos plazas.
“¿Es resignación o es la lucidez antes del final?”, se pregunta Bersuit Vergarabat. Se avecinan 9 semanas y media de extrema tensión en las que hay que trabajar para evitar ser su acompañante.
Gimnasia sabe de imposibles. Si la matemática decía que había que hacer un gol cada 30 minutos y el triperío tiró todo por la borda al meter dos en apenas un minuto y medio, ¿por qué no volver a desafiar a la ciencia exacta por antonomasia?


Carlos Vázquez

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