El periodista del diario El Día y locuratripera.com, Nicolás Lamberti, y un importante análisis del momento de Gimnasia para Letra G.
“Tantas manos en un plato, hacen mucho garabato”, dice un famoso latiguillo. Eso pasa hoy en Gimnasia. El barco de bandera azul y blanca tiene muchos tripulantes que se encargan del fútbol, pero no tiene claro quién es el capitán que lo conduce.
El Departamento de Fútbol, aún sin una confirmación oficial después de cuatro meses de comenzada la temporada, parece ser quien toma las decisiones de peso. Con Gabriel Pellegrino a la cabeza, este grupo de ¿dirigentes?, fue el encargado de abordar un nuevo proyecto en la vida deportiva del Club.
La primera decisión fue no renovar el contrato con Darío Ortiz y se eligió a un Secretario Técnico para que recomendara al DT de turno. Llegó Darío Tempesta, quien decidió que Osvaldo Ingrao se haga cargo del primer equipo en el nuevo Torneo. Todo muy lindo en el comienzo, pero cuando las papas queman, los problemas siempre se ventilan. Gimnasia ha tomado esta mala costumbre de ventilar todo frente a los medios, antes de intentar solucionar las cosas puertas para adentro.
Una vez terminado el juego que fue derrota ante River, el encargado del Departamento de Fútbol, Gabriel Pellegrino, habló en caliente y manifestó que “Tiene (por Ingrao) que explicar cómo llegamos al arco de casualidad, el responsable de explicar eso es el técnico”.
Si el responsable de explicar esto es Ingrao, entonces por qué no se lo preguntó en el vestuario, con las puertas cerradas y delante de los jugadores. Estas declaraciones apresuradas sin antes hablar con el DT, obviamente no cayeron bien en el cuerpo técnico.
Al otro día y como era de esperar, Ingrao le respondió también mediante una entrevista radial y señaló: “Lo voy a explicar sin ningún problema, pero a las explicaciones no las voy a hacer públicas, ojalá Pellegrino esté escuchando y que me llame. Con el diario del lunes es más fácil”.
Así se hizo una pelota mediática que nunca debió haber existido. Si bien el entrenador en un principio marcó que las cosas debían arreglarse puertas adentro se terminó sumando a lo que él mismo tildó de “puterío”. Como si esto fuera poco, ya son conocidos los celos entre Secretario Técnico y DT, otra detalle que se suma a la pelota. El encargado de mediar en esto fue Bernardo Supera, que tratando de bajar decibeles, dijo que "Ingrao se merece resultados por ser un tipo trabajador", controversias que traen de la mano más confusión
De esta manera, el barco comenzará a perder el rumbo y el ascenso se tornará utópico. Para que esto no suceda, debe aparecer la voz cantante, esa que eligió el socio y que comenzó a gobernar el club con cerca del 60% de los votos.
Gimnasia debe cambiar de una vez por todas y no ir de quilombo en quilombo. Los dirigentes deben ser claros, informar y establecer los escalafones con transparencia para no confundir al socio. Por ahí se arranca, ese debe ser el rumbo a tomar. Por eso, Capitán, tome el timón ya y conduzca.
Nicolás Lamberti, Periodista de Diario El Día y Coordinador de www.locuratripera.com