el fallecimiento de Pedro Ladislao Galeano caló hondo en los triperos que lo recuerdan con gran afecto. Texto de Nelson Meckert.
Eran otros tiempos, mas románticos algo ingenuos, tiempos de campos malos, de poco pasto ,de aserrín en las áreas , de la voz del estadio, tiempos del Alumni con la clave, de equipos que salían de memoria, de códigos claros, tiempos de guapos…. cada equipo tenía uno y Gimnasia, cuándo todavía no era El Lobo, vio nacer al suyo allá por los 50 .
Recordar sus cruces hacia los laterales en actitud heroica dejando la piel en el terreno , al rival sin pelota y por que no decirlo, hasta a veces sin delantero, es un ejercicio grato que nos puede perder en horas de juveniles nostalgias, es que eran tiempos de patrones de área y para nosotros jugaba Pedro Ladislao y entonces sabíamos que el se encargaría indefectiblemente de poner orden cuándo algún desprevenido de camiseta ajena pretendiera hacer pata ancha en el bosque.
Cuándo ya estaba consolidado en primera nació El Lobo y fue Pedro uno de sus emblemas, como siempre llenamos canchas , en trenes y trenes repletos se movilizaba una ciudad para alentar a aquellos jugadores que le pusieron nombre al amor mas incondicional que conozca hinchada alguna, El Lobo y una de sus columnas Pedro Ladislao Galeano.
Anécdotas sobre aquel guapo hay tantas como sudor supo desparramar cada vez que vistió su amada “casaca” blanca con franja azul acariciando su corazón bien tripero…
La crónica dirá que falleció en La Plata a los 76 años pero la verdad es otra: Pedro Ladislao Galeano, marcador central y estirpe de líder, pasó holgadamente hace apenas unas horas por la estrecha puerta de los elegidos y ya es leyenda…
