Análisis. Gimnasia muestra un claro déficit ofensivo. Las razones de un equipo con 5 goles en 8 partidos.
Es muy usada, en el fútbol, la frase “los equipos se arman de atrás para adelante”. Sin embargo, en tiempos en los que Gimnasia debe sumar a cualquier precio, la falta de gol es más preocupante que cualquiera de las falencias que pueda mostrar el equipo en el resto sus líneas.
Sin gol, obviamente, se hace muy difícil sumar. Pero a su vez, los efectos colaterales indican que el estado anímico de los jugadores baja notablemente, ya que pierden ese instante de regocijo único, en el que se comparte la alegría de los goleadores con la gente.
Sin gol, obviamente, no hay puntos; ya que un cero a cero tras otro, sólo deja entrever la mediocridad que puede dar lugar a salir del pozo o a hundirse en él.
Por eso, es necesario resolver el problema más grave que pueda sufrir un equipo y que hoy está instalado en el Lobo. Y en consecuencia, antes, es preciso detectar cuál es la raíz de dicha falencia, para allí apuntar y no perder el tiempo criticando.
En el equipo del Topo se evidencia vulnerabilidad ofensiva. Los rivales toman con facilidad a los delanteros y a partir de allí, convertir, comienza a depender de un milagro.
Cuando esto ocurre, son los volantes los encargados de romper con la línea defensiva del contrario para habilitar a los delanteros de cara al gol y aquí también falla el Lobo.
En primer lugar Cuevas recibe siempre de espaldas al arco y al ser un jugador con poca potencia física, se le hace muy difícil girar y generar peligro. Por otro lado, Alonso no está bien físicamente y eso es un alivio para quienes lo marcan. Está claro que es un jugador muy importante. Pero en estas condiciones, se limita a arrastrar marca y a tratar de ganar algún cabezazo. Sería importante también, que se termine de integrar Neira.
Ahora, si se dice que los volantes tienen que romper el esquema rival para sustituir a los delanteros, aquí también encontramos falencias.
Piatti por derecha o Villar por izquierda no tienen socios que los ayuden a ir para adelante. Está a la vista que cuando uno de los dos se tira al centro para apoyarse en alguna de las bandas, allí llega lo mejor de Gimnasia. A veces, Domínguez se asocia con Villar y allí también se nota una mejoría, pero Fede no llega a bajar y, en algunos casos, se transforma en un problema.
Escobar y Yedro (o a veces Alderete) son jugadores de marca que no funcionan bien cuando se les exige trasladar la pelota.
Dicho esto, sería importante probar con un enganche, que sea el nexo entre las bandas. Así es factible que se pueda adquirir mayor volumen de juego y asistir más a los delanteros, que en la mala, es muy difícil que lleguen al gol por sus propios medios. Lo estuvieron ensayando, es hora de aplicarlo.
