Nota de Ramiro Martínez, periodista del Diario Hoy, publicada en Revista LetraG 130. La CD debe retener a Troglio como sea. OPINIÓN
Si hay algo que está absolutamente claro es que Pedro Troglio es mucho más que un técnico, evidentemente su nombre, su vínculo e idolatría forman parte de un escudo protector que ha permitido que el impacto de malas decisiones no tenga consecuencias irreversibles.
Pensar que un club se sostiene futbolísticamente por un solo hombre sería descabellado, utópico y hasta irrespetuoso, pero en el mundo de Gimnasia todo es posible y ante las pruebas evidentes nada ni nadie podrán hoy por hoy refutarlo.
Pedro fue quien al llegar, recomendó la unidad para salir adelante, Pedro fue quien alzó la voz cuando faltaron bebidas, hielo y tractores en Estancia Chica, Pedro torció la historia para no venderle el alma al diablo, se reunió con el Ministro de Seguridad Provincial, Ricardo Casal y el partido ante River se jugó en el Bosque, Pedro intento acercar sponsors, Pedro mantuvo una charla privada con el vice gobernador. Todo Pedro y siempre Pedro, mientras tanto… ¿el resto?, siempre presentes en los flashes de las fotos, ausentes cuando hay que arremangarse, trabajar y tomar decisiones fuertes.
El caso de Pablo De Blasis fue una muestra cabal de que las cosas no se manejaron bien, desde el principio, inclusive la CD, con la idea de exponer una decisión dura que le permita recomponer una negociación en la que pierde por goleada, había tomado la determinación de “colgar” al jugador, desafectándolo del plantel superior hasta que firmara la renovación de su nuevo contrato. Notificado el entrenador, quien supuestamente iba a ser el interlocutor con De Blasis, recomendó que ante las posibilidades de alcanzar a Quilmes en el último puesto de promoción y a siete fechas de terminar el campeonato no era aconsejable tomar semejante postura, y fue el propio DT quien sugirió, para descomprimir el mal clima, que lo mejor sería continuar utilizando al volante.
Como en cada uno de los casos anteriores, éste no fue la excepción, la palabra de Troglio tuvo un peso de tal magnitud que los directivos dieron marcha atrás y aceptaron el “consejo” del DT, y De Blasis fue titular en la derrota en Corrientes.
Por todo esto y sustentado en una realidad futbolística palpable, cabe recordar que asumió la dirección técnica de un equipo que estaba coqueteando con la B Metro, logrando sumar puntos en una campaña que nadie imaginaba y además por su injerencia fuera y dentro de la cancha Pedro Troglio tiene que quedarse en Gimnasia. Deberá contar con todas las facultades para armar un plantel que en la temporada que viene pueda cumplir el ansiado objetivo de retornar a primera (en éste quedo muy lejos) y para que ello ocurra sélo exigió una condición: un proyecto integral, que lo ampare y resguarde para no dejarlo solo. Aquí no hay diferencias económicas, vedetismos, ni egos, sólo pide cordura y un plan coyuntural que le dé garantías para presentar en cancha, un equipo competitivo.
Por todo lo mencionado la solicitud no es excéntrica, sólo pretende herramientas nobles para pelear. De la Comisión Directiva, que en un principio dudaba de su contratación y hoy agradecen a cada minuto su llegada, dependerá su continuidad. Para que ello ocurra será necesario mirar el pasado inmediato para no volver a cometer los mismos errores, ya que tienen por delante la gran responsabilidad y oportunidad de redimirse ante los socios craneando un plan de retorno seguro y confiable.
Señores dirigentes llegó la hora, es el tiempo de agudizar el ingenio, generar recursos, abrir las puertas del Club y comenzar seriamente a delinear el futuro. El primer objetivo se llama Pedro Troglio . Desde allí se fundarán las bases y para que eso ocurra deberán seducirlo con hechos concretos; basta de palabras y promesas sin argumento que terminarán esfumándose en el aire. Pedro debe continuar en Gimnasia. Dejarlo ir y no retener a un tipo que siente la camiseta como pocos, sería un error imperdonable.
Ramiro Martínez - Periodista Diario Hoy y Radio Gol
