En un equipo sin respuestas y que falló en todas las líneas, sólo se vio un chispazo de Juan Cuevas.
El conjunto del Topo se mostró atado, nunca funcionó como tal y cuando estaba para ganarlo porque el rival se quedó con nueve; volvió a darle otra pelota parada que lo terminó de quebrar.
Kletnicki (3) Desde el primer instante de juego estuvo nervioso, no cortó un centro y reaccionó tarde en el segundo gol.
Cristian Piarrou (5) cumplió en la marca, sólo una vez lo desbordaron. En el complemento cruzó al ataque evidenciando que no es su fuerte.
San Esteban (4,5) en líneas generales tuvo un encuentro discreto pero los dos goles de cabeza en su zona disminuyeron su papel.
Civelli (4,5) al igual que su compañero de zaga no tuvo problemas en gran parte del partido, aunque no sean sus marcas específicas si el rival gana de arriba con facilidad son responsables por ser su sector.
Domínguez (4) despilfarró una chance única para salir 1 a 1 al complemento y con un hombre más. Se tomó revancha con su gol pero también formó parte de una defensa que sufrió demasiado ante solo un puñado de llegadas rivales.
Piatti (4), otra vez espectador privilegiado de un clásico. Le costó encontrar la pelota aunque se debe admitir que nadie lo acompañó.
Alderete (5) intentó asegurar la pelota mientras estuvo en cancha, ahogó a los jugadores creativos del rival y fue reemplazado en el entretiempo por Piergüidi debido al cambio de dibujo táctico.
Escobar (5) fue pura entrega y nada más que eso. Diego Villar (3) pasó desapercibido por el costado izquierdo, intrascendente a la hora de atacar y vulnerable al defender. Luego se limitó a pegar.
El chiquilín Cuevas (5,5) se hizo cargo como pudo de ciertos intentos del Lobo. Si bien le faltó claridad y profundidad mostró despliegue. Fue el único que se fue aplaudido por la hinchada, eso lo dice todo.
Alonso (3) fue absorbido por su marca durante todo el partido. En estas condiciones físicas se le hará muy difícil inquietar defensas.
Ingresaron
Piergüidi (4) quiso realizar todo a la vez, entró muy nervioso y protestó más de lo que jugó. Neira (2) se hizo expulsar infantilmente cuando era la carta de peligro y esperanza de su público. Salvatierra (2) actuó irresponsablemente y se fue.