El DT del Lobo, Pedro Troglio, mostró una nueva faceta que lo lleva a la cumbre de los técnicos del país.
Una tarde brillante del DT albiazul. Decidió Correa por Rasic y acertó. Mandó a Mussis sobre el capitán rival, pasando Díaz a la banda y el “Gordo” terminó siendo la figura del clásico.
Pero determinante fue el momento de su expulsión. Tras el mamarracho de Laverni, la injusta expulsión de Oreja y el gol del local; Gimnasia vio cómo se escurría lo que hasta allí era una cómoda victoria. Además el rival se envalentonaba por el empate y la superioridad numérica.
En ese momento quedaban 30 minutos y Pedro pensó que lo mejor para sus jugadores era un par de minutos para reacomodarse y dejar pasar el envión lógico del equipo que hace de local en un estadio prestado. Por otro lado, con varios de sus jugadores amonestados, pensó en “liberar” al pésimo árbitro y que con su propia expulsión se relajara y frenara los enojos por las protestas.
Así que insultó a Pitana, lógicamente se retiró sancionado y cruzó todo el campo caminando tranquilamente hacia los vestuarios.
Luego Gimnasia se acomodó, Bernay lo sustituyó dejando la idea ya instalada de equipo que sabe a lo que juega y comprende sus limitaciones. Aguantó el 1 a 1 que a esa altura era negocio y casi lo gana con el cabezazo de Pucho Barsottini sobre el final.
Grande Pedro, le aportaste otro grano de arena a tu idolatría Tripera!
