Cada uno a lo suyo. Gimnasia arranca otra semana de entrenamientos de cara al choque del sábado frente a Vélez. El punto con Racing levanta los ánimos, pero para nada cura las heridas generadas por el momento delicado del Club. A trabajar y salir adelante.
Es imposible encontrar, entre los hinchas del Lobo, opiniones que coincidan acerca del delicado momento por el que está atravesando el Club.
Todos apoyan por amor a la camiseta, a la Institución y a los colores. Y todos, absolutamente todos, tienen algo para decir respecto del equipo, de lo que viene pasando en el plano futbolístico e institucional, de los rumores sobre posibles refuerzos y de cualquier tema que involucre al mundo tripero.
Fueron constantes los cuestionamientos a varios jugadores durante el partido del sábado. La gente no se olvida del clásico y la semana posterior a aquel partido dejó entrever algunas cuestiones que para el hincha son elementales.
La gente puede tolerar las peores derrotas, puede soportar el aumento de las entradas o las incomodidades que dispone la seguridad. También se banca los errores que puedan cometer los árbitros, los jugadores, los técnicos, y hasta sobrelleva las determinaciones dirigenciales respecto a cualquier tema.
Lo que no tolera y allí se encuentra totalmente justificado, es que los jugadores, adentro de la cancha no dejen todo. Y eso es lo que quedó después del clásico.
Por lo tanto, a partir de ahora, los jugadores deben hacer “su” torneo. No hacen falta más explicaciones ni comentarios acerca de lo ocurrido. Cada uno de ellos debe tenerlo presente en la cabeza y debe trabajar en pos de superarlo dentro de la cancha.
Los que estén dispuestos a sacar a Gimnasia adelante poniendo todo de sí, que se queden. Pero los que no están seguros de su situación, no se sienten cómodos por la situación o no quieren desprestigiar su carrera peleando desde abajo, que tengan la certeza de que la puerta está abierta. Pero la determinación es ahora.
El empate con Racing, además de las cuestiones futbolísticas, dejó cierta tranquilidad en torno al compromiso que le imprimen los jugadores al trabajo. Y eso es muy importante. Por eso, hay que aprovechar este momento para salir a ganarle a Vélez y empezar a reconstruir una relación entre jugadores e hinchas, necesaria para crecer.