Fue lo demostrado por Pablo Bangardino que debutó en el arco del Lobo por torneos locales el sábado en Racing.
El juvenil golero fue una de las máximas figuras junto a Alderete y demostró que no le pesó la responsabilidad. Todas las expectativas estaban puestas sobre su actuación durante la semana previa, donde se conoció la noticia de su titularidad.
Además tuvo la mala fortuna de que el árbitro Diego Abal convalidara el gol de Racing, cuando la pelota aún no había cruzado la raya en su totalidad, y este error del juez, hizo estéril su esfuerzo ya que Domínguez, sin intención, desvió la trayectoria del balón y Bangardino debió ir a contra pierna para intentar impedir el tanto.
Estas cuestiones enaltecen su actuación, porque tras el golpe recibido su nivel fue en ascenso mientras generaba confianza en sus compañeros, tanto es así que en el primer tiempo desvió, a mano cambiada, un pelotazo de Sánchez que se clavaba en el ángulo superior derecho. En el corner siguiente Sava logró conectar de cabeza y otra vez “el 26” apareció para retener el balón.
En la segunda mitad tuvo menos trabajo pero estuvo atento cuando el equipo quedó con diez jugadores y la defensa decidió dejar en posición adelantada a los delanteros de la Academia.
Allí, en varias ocasiones se mostró rápido de piernas para adelantarse. Luego le ahogó el grito a Chatruc volando hacia su palo izquierdo dejando en claro que sus condiciones son buenas.
Al salir del vestuario luego del partido Bangardino se mostró contento por el empate conseguido con un hombre menos y agregó “la más difícil fue aquella de Sánchez en el primer tiempo que saqué a mano cambiada".
Tranquilo quedó Sanguinetti porque en lo que resta del Torneo Clausura tendrá un arquero ágil que posee reflejos extraordinarios, achica muy bien ante los disparos rivales y traslada tranquilidad. De todas formas, habrá que llevarlo despacio.
