Gracias a la eficacia técnica del “Bochi”, en el último año el Lobo ha cambiado el porcentaje de error en los tiros desde el punto del penal.
Hace exactamente un año, este medio publicaba una nota titulada “Penales: ¿casualidad o causalidad?”, preguntándose el porque de la mala racha de Gimnasia a la hora de ejecutar los tiros desde los doce pasos, con números realmente preocupantes. Tomando como eje cronológico la etapa junio 2007 – febrero 2013, el Lobo había tenido a su favor 26 penales, de los cuales convirtieron 12 y desperdiciaron 14 de ellos. De esta manera, en aquel momento, el historial marcaba un promedio del 54% de yerros desde los 11 metros.
Pero, en la línea de tiempo que comprende febrero 2013 – febrero 2014, el paradigma ha sufrido un cambio positivo provocado por un intérprete que lleva nombre y apellido: Lucas Martín Licht. La forma de ejecutar del “Bochi” ha desembocado en una eficacia pronunciada a lo largo de la segunda rueda de la B Nacional 2012/2013, del Torneo Inicial 2013, del Final 2014 y del Torneo de Verano pasado, donde la estadística afirmada hace un año ha cambiado el rumbo de la parábola que mide los aciertos y errores de Gimnasia desde el punto del penal.
El pasado partido en el Estadio del Bosque contra Newell´s por la segunda fecha del presente torneo, el colombiano José Erik Correa falló un tiro desde los doce pasos, que lo desvió el arquero leproso Nahuel Guzmán hacia un costado. Aquella circunstancia se transformó en noticia: Gimnasia no erraba un penal desde hacía más de un año. El último había sido el 3 de febrero de 2013 en los pies del propio Lucas Licht ante Sarmiento de Junín en el Estadio “Eva Perón”.
En el interludio de esos dos actos fallidos, Gimnasia tuvo nueve penales y todos fueron adentro por los pies de Lucas Licht. En el torneo de la segunda división, el hombre de Berisso anotó mediante esta vía contra Banfield en La Plata, Douglas Haig en Pergamino, Independiente Rivadavia en el Bosque, Aldosivi en Mar del Plata y Gimnasia de Jujuy en 60 y 118 (estos últimos dos, grandes hacedores para el ascenso). En cuando al Inicial pasado, el “Bochi” concretó de penal contra River Plate de local, Tigre en Victoria y All Boys en Floresta. Además, definió acertadamente frente Estudiantes en el clásico de verano en el Estadio José María Minella. Y en el último partido contra Belgrano, el defensor una vez más anotó de penal, llegando al décimo.
Sobre el recuento de febrero de 2013 hasta la fecha, se le suman 11 penales más, de los cuales 10 terminaron en gol. Así, en los últimos siete torneos y medio, Gimnasia ha tenido 37 penales, de los cuales convirtió 22 y erró 15 de ellos. De esta manera, la ecuación confirma un progreso: desde 2007 a la fecha, el margen de error se acotó a un 40 %.
Lo que antes era un verdadero karma con yerros, por ejemplo, de Germán Herrera en el clásico del Apertura 2007, Federico Domínguez en el del Clausura 2008 o Denis Stracqualursi también en el derby pero del Clausura 2010, entre otros tantos, paso a paso se fue convirtiendo en eficacia técnica en los pies del Bochi Licht para cambiar el rumbo mediante esta vía de ejecución.