Tras el duro golpe del clásico la gente entendió el mensaje de renovación del equipo impuesto por el Topo.
Luego de caer derrotado en el clásico, hubo un quiebre en la relación de la gente para con unos cuantos jugadores del plantel.
Ese mismo quiebre lo sintió el Topo cuando preguntó puertas adentro quién estaba comprometido con el equipo y la delicada situación. Por eso es que frente a Racing no sorprendió la inclusión de algunos pibes que se destacaban en la reserva.
Ellos cumplieron y dejaron hasta la última gota de sudor en el césped de Avellaneda. Al mismo tiempo, el Topo también cumplió y les dio una nueva chance al frente del primer equipo de Gimnasia.
El pueblo tripero capto ese mensaje de renovación y desafiando la baja temperatura copó todo el sector destinado para el público local. De todos modos, a pesar de la inesperada desventaja inicial, apoyó cada una de las acciones del equipo durante el desarrollo del encuentro.
Había que apoyar a los pibes del club.
Empate transitorio de Cuevas y los aplausos que bajaron desde la tribuna para el pibe nacido en Coronel Pringles.
Sobre el final la frutilla del postre, y cuándo no con sufrimiento. Ingreso de Martinena y otra vez con un cabezazo puso de pie al triperío presente para que retumbara el “vamo vamo los pibes” en todo el estadio.
Triunfo, sufrido y frente a un rival difícil. Aparecen los pibes, a cuidarlos, son el futuro del Club.