En un regular campeonato, el mejor rendimiento de Gimnasia quedó en la zurda de Lucas Licht, figura entre los mejores del plantel.
A continuación, el promedio de cada uno de los futbolistas triperos en el Torneo Transición 2014, según las calificaciones que llevó a cabo Letra G fecha tras fecha. El podio del capitán, la solidez de Benítez y la entrega de Oreja. Además, los más regulares y los peores de la competencia. También, el análisis del director técnico albiazul.
EL PODIO
Lucas Licht (6,2): El mejor del Lobo como sucede desde su retorno. El capitán fue eje, estratega y bandera tanto en ataque como en defensa. Marcó goles y fue decisivo para la cosecha de 24pts. El lateral es la ficha más importante con la que cuenta el entrenador ya que aporta el salto de calidad dentro del plantel.
Facundo Oreja (6,1): Estar en el podio es la muestra de que fue un más que aceptable campeonato de Nirvana que terminó siendo vital en el esquema de Troglio. Además, marcó su primer gol en la Primera División con un zurdazo perfecto.
Óliver Benítez (6,1): El juvenil fue la gran revelación. Arrancó de atrás, peleó el lugar, se ganó un puesto y es un titular indiscutido dentro del once inicial.
Javier Mendoza (6): Uno de los grandes valores del equipo. Este fue el campeonato del salteño que terminó siendo una pesadilla para todas las defensas. Titular indiscutido.
Pablo Vegetti (6): Gran aparición del goleador Vegetti en la vida de Gimnasia. Con siete goles coronó un buen torneo donde nunca escatimó en entrega y despliegue. Es referencia constante para el juego ofensivo.
Fernando Monetti (5,8): Torneo regular para el golero albiazul que tuvo muchas buenas actuaciones y otras en las que fue responsable de las conquistas del rival.
Dardo Miloc (5,7): Fue la rueda de auxilio de un mediocampo que no estuvo al 100%. Tuvo buenos y malos rendimientos.
Omar Pouso (5,6): Prolijo y accidentado certamen para el uruguayo que raramente pudo completar los noventa minutos. Las lesiones lo tuvieron a mal traer. Sin embargo, rindió de buena manera.
Jorge Rojas (5,6): El paraguayo se acerca cada vez más a su plenitud deportiva. Insinuante y vertical, Rojas da muestras de su potencial pero aún resta exprimir al máximo esa condición.
Diego Nicolaievsky (5,6): Apareció como la gran revelación con actuaciones que entusiasmaron y luego fue perdiendo terreno. Es la gran apuesta de la cantera.
Osvaldo Barsottini (5,5): La intermitencia en su calidad de juego provocó altibajos en su rendimiento. Completó un regular campeonato sin demasiados brillos.
Álvaro Fernández (5,5): Al igual que a Nacho, al uruguayo le faltó constancia de juego lo que hizo que se perdiera constantemente.
Maximiliano Coronel (5,4): El ex River tuvo buenas apariciones dentro del once pero quedó opacado por la figura de Benítez.
Maximiliano Meza (5,4): El correntino tuvo una grave lesión que lo marginó varias fechas. En su retorno, se lo vio entero.
Ezequiel Bonifacio (5,4): Jugó las primeras fechas y lo hizo con criterio. Sin brillar, cumplió con su tarea.
Ignacio Fernández (5,3): Un torneo muy irregular para el chico de Dudignac que se le hizo cuesta arriba encontrarse con el equipo.
Matías García (5): Recuperado de su lesión, el volante volvió a hacer fútbol y de manera auspiciosa.
Juan Quiroga (4,9): Floja campaña del Negro Quiroga que nunca se hizo fuerte en las posiciones en las que le tocó jugar. Siempre al límite.
Walter Bou (4,2): Muchas chances desperdiciadas para el juvenil Bou. No convirtió goles ni fue solución.
Nery Cardozo (3,8): El paraguayo llegó para hacer goles y solo cuenta con un par de remates al arco. El rendimiento más bajo del plantel por lejos.
Además, tuvieron minutos de juego en un partido raro ante Defensa y Justicia, jugadores como Ignacio Lachalde, Maximiliano Gorgerino, Juan Pocholo, Ignacio Jáuregui e Iván Distéfano, que en su mayoría, comenzaron a forjar sus armas en la Primera División.
EL DT BAJO LA LUPA
Pedro Troglio (Bien): Campeonato muy comentado sobre el rendimiento del entrenador albiazul que se pudo reivindicar en cuanto a los puntos obtenidos en las últimas jornadas. Sin embargo, su desempeño personal muestra más aciertos que malas decisiones en las que merodeó una regularidad aceptable, más allá de lo que reflejan los números.
