Resulta difícil explicar por qué Gimnasia, que fue lo suficientemente superior a Estudiantes durante la mayor parte del juego, se terminó quedando sin nada en menos de lo que dura un pestañeo.
Resulta difícil explicar por qué Pedro Troglio acostumbra a mandar al equipo para atrás en los clásicos que se presentan favorables, con un evidente temor a ser lastimado.
Resulta difícil explicar cómo es que emergen errores defensivos tan infantiles, de primaria, en un partido de semejante calibre.
Con un 3-1 a su favor, el Lobo, increíblemente, pasó de ser dominador a dominado, y ni siquiera supo aprovechar el hombre de más tras la expulsión de Álvaro Pereira, cuando el encuentro estaba 3-2.
El clásico se jugó con dientes apretados, con suma concentración, y se planteó bien. Gimnasia anuló los circuitos de su rival en el mediocampo y siempre lo obligó al error gracias a la movilidad de Rojas, la preponderancia de Brum (jugó un partidazo, condicionado por una temprana amarilla), la sola presencia de Licht y, claro, la extraordinaria actuación de Maxi Meza.
El Lobo fue más y, con justicia, se fue al descanso arriba en el marcador gracias a aquel penal que el Bochi canjeó por gol en la agonía de la primera etapa. Antes, Meza había abierto la cuenta del encuentro y Auzqui había igualado el pleito.
Pero lo mejor de Gimnasia se vio en el complemento, cuando sacó chapa y pasó por arriba a su rival en el aspecto táctico. Firme en defensa con Benítez como estandarte, el elenco tripero se perfilaba para festejar. El partido se hundió en un pozo en el que el Lobo se sentía cómodo, suelto, trasladando la pelota y presionando ante un desesperado Estudiantes que de a poco veía sus chances agotarse.
Y más aún cuando Licht metió un pase profundo, Vegetti la dejó pasar y entonces apareció Meza, que definió como los que saben ante la salida de Navarro. 3-1 a favor, dominando el juego, con un equipo rival que se arrastraba por la cancha y que sacó a sus dos volantes centrales para poner a otros dos volantes centrales. ¿Partido liquidado? No. Nada de eso. No cuando se trata de Gimnasia en los clásicos. Y menos cuando en el banco está Troglio.
Sucedió lo siguiente: en vez de ir a pisarle la cabeza al rival y marcar el cuarto, Gimnasia se retrasó, esperó y apostó a la contra. Así, una desconcentración imperdonable de Oreja y otra mala salida de Bonnín (ya había dejado dudas en el primer gol) derivó en el descuento de Acosta.
Después, más guiños del destino: Pereira se fue expulsado por hablar de más y el Tripero quedó con un hombre de ventaja. Troglio metió a Mazzola por Mendoza y apostó a la contra con una dupla delantera bien lenta, con el ex Instituto y Vegetti. En el banco, Antonio Medina veía esfumarse su chance de debutar.
El que también ingresó fue Sergio Velázquez, que minutos más tarde tuvo una chance inmejorable de establecer cifras definitivas y no se animó a sacudirle al arco cuando se hallaba en soledad adentro del área de Hilario Navarro.
Y como pasa siempre, Gimnasia iba a terminar pagando muy caro su miedo a ser lastimado, su liviandad para cerrar los partidos de esta magnitud: centro frontal de Acosta, Barsottini se duerme una siesta y Vera, como toda la noche, anticipa y gana de arriba ante otra pésima salida de Bonnín. Simple, certero, preciso: 3 a 3 y a penales, cuando en verdad el Lobo había merecido bastante más.
LOS PENALES
El sorteo determinó que los disparos desde los doce pasos se ejecutaran de cara a la tribuna de los simpatizantes albirrojos.
El primero en tomar la pelota fue Licht, que le dio suave y contuvo Navarro. Después, Carrillos fusiló a Bonnín. Meza hizo lo propio en su turno y Acosta la estrelló contra el poste. Mazzola la clavó contra la red y el posterior disparo mordido de Prédiger se metió apenas por debajo del arquero tripero. Luego, Vegetti la tiró a la tribuna de Estudiantes y Aguirregaray convirtió su penal y adelantó a su equipo. Por último Á. Fernández la clavó al ángulo y Damonte definió bien y estableció la victoria albirroja.
SÍNTESIS
GIMNASIA (3): Yair Bonnin; Facundo Oreja, Osvaldo Barsottini, Oliver Benítez, Lucas Licht; Jorge Rojas, Roberto Brum, Álvaro Fernández, Javier Mendoza; Maximiliano Meza y Pablo Vegetti. DT: Pedro Troglio.
ESTUDIANTES (3): Hilario Navarro; Matías Aguirregaray, Jonathan Schunke, Leandro Desábato, Álvaro Pereira; Carlos Auzqui, Gastón Gil Romero, Leonardo Gil, Ezequiel Cerutti; Diego Vera y Guido Carrillo. DT: Mauricio Pellegrino.
GOLES: PT: 4´ Meza (G), 28´ Auzqui (E), 46´ Licht (G). ST: 23´ Meza (G), 26´ Acosta (E) y 48´ Vera (E).
CAMBIOS: ST: 15´ Acosta x Cerutti (E), 23´ Prediger y damonte x Gil Romero y Gil (E), 28´ Mazzola x Mendoza (G), 30´ Pouso x Brum (G), 33´ Velázquez x Rojas (G), 43´ Coronel x Benítez (G) y Barbona x Auzqui (E).