Gimnasia fue un corso. O una murga, da igual. El Lobo debutó de la peor manera posible en el torneo, no solo desde el resultado sino también desde el rendimiento colectivo e individual.
Pocos zafaron de esa anarquía futbolística que fue Gimnasia en cada pulgada del campo de juego. Algo de Mendoza, otro poco de Rojas y Oreja y alguna pincelada aislada del uruguayo Fernández. Por lo demás, el equipo de Troglio fue un desorden incorregible ante un rival que leyó mejor las instrucciones del juego y capturó los tres puntos.
El encuentro se presentó trabado, sucio, carente de llegadas de peligro, con roce permanente, fricción y puro revoleo. Gimnasia buscó el pelotazo frontal desde el inicio, pero ni Meza ni Vegetti supieron cómo doblegar a una línea defensiva bien plantada del conjunto de Franco.
Encima, la mala fortuna. Porque cuando no pasaba nada, un disparo aislado de Bertocchi (tras una mala salida de Benítez) rebotó en Barsottini e ingresó pidiendo permiso en el palo izquierdo de Bonnín, que había quedado a contramano. 0-1, y la cosa empezó a complicarse más de la cuenta.
Defensa y Justicia aguantó bien ordenado atrás y siguió apostando al juego por abajo, al traslado de la pelota, mientras que quien corría desesperado era Gimnasia. El rival, más inteligente y audaz, se fue al vestuario con una sonrisa mientras el Lobo se lamentaba de su única chance clara de peligro en el primer tiempo: cuando Fernández quedó solo frente al arquero, que achicó bien y le ahogó el grito del empate.
En el complemento la historia fue distinta. Gimnasia salió más decidido, a sabiendas de que, como local, la premisa es pasar por arriba a cualquier rival. Y Troglio mandó todo lo que tenía al asador: entraron Medina, Mazzola y Nicolaievsky por Pouso, Velázquez y Rojas. Pero nada cambió. Si bien el Lobo fue más filoso, atacaba con más ganas que ideas y a paso lento se sumergió en una nebulosa interminable.
¿Lo tuvo para empatarlo? Sí, cuando el rival se dedicó a jugar de contra. Allí Vegetti estrelló un cabezazo contra el travesaño, Fernández se lo perdió también por arriba en el punto penal, y un disparo de Nicolaievsky fue bien capturado por el arquero Arias.
No hubo más tiempo. El desastroso Pablo Díaz, que había dejado pasar dos claros penales sobre jugadores triperos, dio el último pitazo y la derrota quedó sentenciada. Otra vez, como en los otros cinco duelos ante el Halcón, el Lobo fue menos y perdió bien. Perdió bien porque regaló un tiempo y porque, cuando se decidió a jugar, no supo cómo.
Habrá que mejorar bastante. Si bien el debut no fue el esperado ni por los más pesimistas, hay material para salir adelante. Ahora, habrá que dar vuelta la hoja y pensar en el próximo sábado y en la visita de riesgo a San Juan.
SÍNTESIS
GIMNASIA (0): Yair Bonnín; Facundo Oreja, Osvaldo Barsottini, Oliver Benítez y Sergio Velázquez; Jorge Rojas, Omar Pouso, Álvaro Fernández y Javier Mendoza; Pablo Vegetti y Maximiliano Meza. DT: Pedro Troglio.
DEFENSA Y JUSTICIA (1): Gabriel Arias; Luciano Vella, Esteban Saveljich, Emir Faccioli y Marcelo Benítez; Nicolás Bertocchi, Walter Acevedo y Axel Juárez; Ciro Rius, Fabio Álvarez y Eugenio Isnaldo. DT: Darío Franco.
CAMBIOS: ST: 8´ Antonio Medina por Omar Pouso (G), 13´ Juan Sánchez Sotelo por Fabio Álvarez (DyJ), 18´ Diego Yacob por Nicolás Bertochi (DyJ), 21´ Nicolás Mazzola por Sergio Velázquez (G), 26´ Juan Tejera por Esteban Saveljich (DyJ), 32´ Diego Nicolaievsky por Jorge Rojas (G).