Hay un presente que nos pesa. Es momento de sumar para sacarle de encima la tensión a un plantel que hoy siente el filo. EDITORIAL.
Hay un presente que nos pesa. Un presente incómodo que, como venimos afirmando desde Letra G, no depende exclusivamente de lo que Troglio decida o disponga para el equipo.
Este presente que nos pesa parte de un Gimnasia llano en todos sus frentes. Este puñado de puntos logra incomodar al plantel, dispersa a la gente y le pone límites a la paciencia y el optimismo de Pedro.
En este sentido, el partido de esta tarde con Aldosivi es una prueba más para la continuidad. Aclaración al margen: no es este medio el que pregona un ultimátum para Pedro, sino muy por el contrario, intenta pensar y ubicar los factores en su lugar. Por eso mismo, tampoco se puede dejar de lado que el técnico del Lobo se juega una chance importante en el marco de un desorden generalizado donde no resulta fácil levantar.
En estas primeras ocho fechas, Gimnasia consiguió solamente seis puntos y, si bien el equipo busca solidez, queda claro que la competencia será tan larga como irregular. No hay argumentos suficientes para suponer que la mejoría futbolística irá en crecimiento. Simples razones: un plantel corto, varias lesiones y la necesidad de cuidar jugadores de inferiores que hoy no están en condiciones de subir a tapar parches.
Estos tres factores complican el panorama y las miradas apuntan (injustamente) a Pedro que hoy saldrá a la cancha con la esperanza de volver a festejar un triunfo y así encontrar calma por una semana. La pelea es a contrarreloj, de manera obstinada y resistiendo el alejamiento. Y en estos casos es inevitable pensar que si Pedro levanta esto, debiera olvidar para siempre su partida al finalizar el torneo, para quedarse y ver crecer al equipo que está sosteniendo.
Sin embargo, el filo hoy pasa cerca. Todo depende de la confianza de aquellos que salten a la cancha y sobre todas las cosas del aliento de un Bosque que debe recuperar la alegría. Una alegría que jamás en la historia dependió de lo que pasaba dentro de la cancha, sino que se sostuvo con el simple hecho de amar los colores y la camiseta.
Es por eso que si de aliento se trata, hoy es momento de sumar para sacarle de encima la tensión a un plantel que hoy siente el filo, pero no es el único responsable de las cosas que se hacen mal en esta institución.
Es el momento que el Bosque explote para sacar a Pedro del eje que no merece. Más allá de errores, es hincha de Gimnasia como todos nosotros. Y triperos defendemos a los triperos.
Después, si las cosas salen mal, habrá tiempo para repensar esquemas. Hoy hay que ganar, y tenemos que ganar todos. Tiene que empezar a ganar Gimnasia.
