En la tarde del regreso del Bochi Licht, el Lobo superó 3 a 1 a Temperley como visitante y volvió a cantar victoria después de siete fechas. El propio capitán tripero de penal y Nacho Fernández en dos ocasiones sellaron el triunfo mens sana, postergado anoche por falta de luz en el estadio. Ahora, a terminar de la mejor manera de cara a la Liguilla para Copa Sudamericana.
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Fue más Gimnasia, de inicio a fin, y se impuso sin atenuantes. Es que se encontró con un muy débil Temperley, que en todo momento evidenció su plaga de complicaciones individuales y colectivas, fiel reflejo de la posición que ocupa el Gasolero en la tabla.
De entrada, el Lobo salió en busca de ese triunfo que se le venía negando desde la fecha 20. Y le costó tomar las riendas del partido, o al menos tardó bastante. Recién a mediados de la primera parte empezaron a emerger buenas alternativas ofensivas de Gimnasia, que sostuvo su andamiaje en base a un doble cinco de mucha contención y que funcionó acorde a las circunstancias: el tándem Rinaudo-Brum, con Fito más retrasado que el uruguayo, copó la parada en la mitad del terreno.
A partir de allí, el Lobo fue un equipo que mantuvo el orden y que supo bien a qué jugar. Y en la primera que Meza se filtró por la derecha, a los 24 minutos, sacó un centro atinado para que Nacho Fernández conectara de cabeza y abriera la cuenta.
Diez minutos más tarde Medina fue derribado en el área, Pitana señaló el punto penal y el Bochi Licht tomó la pelota y definió con su marca registrada, suave y raso, a la derecha del arquero. 2 a 0 y tranquilidad en el seno gimnasista, que ya había contado con otras situaciones más de gol y que parecía tener el control absoluto el cotejo. Parecía, porque a los 39´ Pitana decidió compensar con una mano casual de Coronel, y Grbec venció a Navarro desde los doce pasos.
El complemento fue muy similar al primer tiempo, aunque allí se pudo ver al Gasolero tomando la iniciativa, a sabiendas de que con un empate se aseguraría la permanencia. Y pese a que Gimnasia no la pasó mal, sí tuvo que ser precavido en las primeras maniobras del conjunto local para no sufrir dolores de cabeza.
Al igual que en el primer tiempo, en el segundo el Lobo tomó el control del partido cerca de la mitad. Nicolás Mazzola, que se movió con mucha eficacia por todo el frente de ataque, desbordó por izquierda a los 31´y le dejó el gol servido a Nacho, que solo tuvo que empujarla a la red.
Lo que quedó fue el equipo de Rezza yendo al frente con más amor propio que ideas, y un entorno propicio para que el Tripero lo liquidara de contra. Y se lo perdió más de una vez, puesto que llegaba a posición de gol con varios hombres, pero no iba a pasar de los tres goles.
Sobre el final, Temperley se quedó con uno menos porque Boggino le dio un puñetazo a Meza. Y no hubo tiempo para más. Gimnasia consiguió lo que fue a buscar ante un rival (es preciso señalarlo) sumamente inferior. El Lobo cantó victoria tras siete partidos y ahora deberá prepararse para lo que le queda: las últimas dos fechas y la Liguilla para la Copa Sudamericana.
SÍNTESIS
TEMPERLEY (1): Federico Crivelli; Cristian Chimino, Gastón Aguirre, Ignacio Boggino y Gastón Bojanich; Santiago Magallán, Leonardo Di Lorenzo, Fabián Sambueza y Fernando Brandán; Juan Dinenno y Javier Grbec. DT: Ricardo Rezza.
GIMNASIA (3): Nicolás Navarro; Facundo Oreja, Oliver Benítez, Maximiliano Coronel y Lucas Licht; Fabián Rinaudo y Roberto Brum; Antonio Medina, Ignacio Fernández y Maximiliano Meza; y Nicolás Mazzola. DT: Pedro Troglio.
