La novela por el pase de Maximiliano Meza llegó a su fin. El jugador correntino surgido de las inferiores fue vendido a Independiente y ese hecho despertó muchas controversias en el ambiente tripero. La venta en el eje de una discusión sobre el club que queremos.
Muchas preguntas y una sola respuesta, Meza vendido a Independiente. La novela empezó el pasado 30 de Agosto cuando se conoció la oferta del Lens por 1.2 millones de dólares por el 60% de la ficha. De ahí en adelante todo transcurrió en idas y vueltas entre empresarios, dirigentes y el mismísimo jugador.
¿Está bien la venta de Meza? Sí, porque se necesitan ingresos para paliar la pésima gestión de ésta Comisión Directiva que en casi 5 años no supo cómo equilibrar la balanza. Sueldos de todo tipo atrasados en el plantel profesional, marchas y protestas de empleados, cheques rebotados, juicios millonarios. Un combo de deudas muy complicadas de sanear.
¿Está bien vendido Meza? No, porque el monto es bajo, porque se asemeja a las ventas de Monetti, Mussis, al porcentaje de Mendoza y tiene el agregado de que se produce en el mercado interno.
¿Sirve su venta? Depende, si se utiliza para sanear parte de las cuentas es positiva. Ahora bien, si ese ingreso es dilapidado en cuestiones no productivas no será una buena venta. Un 10% va para la H, eso siempre será bienvenido.
¿Era evitable la venta? Sí, con una buena administración del Club y una buena gestión / generación de recursos en tiempo y forma la venta de un jugador serviría para crecer y no para colocar parches en un club colmado de deudas. ¿O acaso no queremos un club que venda jugadores surgidos de sus inferiores?.
¿Meza tiene responsabilidad? No se le puede caer al jugador con todo el peso de la decisión cuando desde la Comisión Directiva se lo caratuló como la persona que con su venta iba a provocar que, según palabras de Onofri el viernes en Paraná “si vendemos a Meza el lunes éste es otro Club”. El club es el mismo porque las deudas van a seguir existiendo y los cheques van a seguir siendo rebotados. Con ésta lógica de Onofri, para tener el club al día hay que vender un jugador por mes, ¿en cuánto? En lo que mande el déficit. Es cierto que Meza se equivocó en declarar “La decisión final fue mía, tome la decisión de quedarme porque hay un lindo equipo”. Pero no es más que una víctima de una mala gestión.
La cuestión deportiva pasa a un segundo plano, no sabemos si Meza iba a ser la figura del plantel, el goleador del torneo o por el contrario iba a caer en una meseta similar a la posterior del clásico veraniego. No se discute su calidad ni su importancia dentro del equipo, pero son imponderables.
Errores e irresponsabilidades por donde se lo mire, de una Comisión Directiva que se valió de aportes externos y de esos aportes por proteger a una pésima Gestión solo para valerse de un aval público que le permita lograr votos en las próximas elecciones. Pero cuando ese Grupo (supuestamente signado como el salvador, el que puso el dinero para renovar a Meza) le dijo “basta de manguear” cansado del manoseo, llegó el remate de Meza, un verdadero juego.
