Gimnasia tuvo un partido flojísimo en Rosario, de lo peor del ciclo Alfaro, y cayó ante Newells 1 a 0. El Lobo no hizo nada bien y resignó la zona de ataque desde el minuto cero, cediendo el terreno y la pelota al rival durante los 90 minutos. Manuel Guanini cruzó feo e innecesariamente a Formica en el complemento y dejó a su equipo con diez. ¡Desastre! A pensar en Racing.
¿Se puede jugar peor? No, seguramente no. Si bien se sabía cuál iba a ser el pobre y tímido planteo de Gustavo Alfaro en el Parque Independencia (defenderse y ver qué pasaba en ataque), lo de Gimnasia esta tarde se quedó a kilómetros de saciar las más bajas expectativas.
El Lobo cedió el terreno desde el pitazo inicial de Jorge Baliño. Nunca inquietó a la defensa de Newells y solamente se dedicó a aguantar el empate. A eso jugó Gimnasia: a no perder. Y, lógicamente, perdió.
A los 31 minutos del segundo tiempo, Figueroa anticipó a la floja defensa tripera y liquidó el partido. Sí, con el 1 a 0 el encuentro estuvo liquidado. Porque Gimnasia nunca iba a mostrar señales de que contaba con ideas o material suficiente como para atinar a inflar la red de la Lepra.
Antes, el pibe Manuel Guanini había cometido una tremenda tontera al entrarle muy fulero a Formica en la mitad del terreno y había visto la roja directa, sin discusión alguna.
Gimnasia contó con dos tenues chances de gol: un cabezazo de Carrera en la primera parte que contuvo bien el arquero leproso, y otro disparo aéreo de Pablo Vegetti que se fue muy por arriba del arco de Newells. Nada más.
¿Lo mejor? Por ser generoso, el hecho de que Gimnasia aguantó el cero a cero bastante más de la cuenta. Y, también, el debut de Lucas Lobos, que con cuatro minutos en cancha le alcanzó para poner la pelota al piso en un par de ocasiones y demostrar que todavía está vigente.
Se viene Racing por Copa Argentina. Es cierto que Gimnasia todavía acusa recibo de la salida de Maximiliano Meza y no encuentra generación de juego, pero a Alfaro ya se le empiezan a agotar las excusas. Si mantiene la misma idea que hoy, el panorama no es nada bueno.
